Edificios cerca de la Plaza Mayor. Foto Julia GP |
Lima Colonial
La capital de Perú tiene una soberbia
arquitectura colonial en el Centro Histórico y ello, unido a los yacimientos
arqueológicos que existen dispersos por la ciudad, ha la declaración de Lima como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Todo Perú
tiene once nominaciones de la UNESCO en esta categoría: tres son parques
nacionales; cinco son lugares arqueológicos y tres son ciudades artísticas.
En el año 1988 se reconoció un solo
elemento limeño como merecedor de esta distinción mundial. Era el
convento-basílica y conjunto de San Francisco que quizás sea lo más valioso de
este espacio urbano antiguo. ¿Es que no había nada más de valor que pudiera
reconocerse entonces?
La autora de este blog con estudiantes de Ancash en la Plaza de Armas |
Lo cierto es que este centro colonial había estado muy abandonado desde 1980; la desidia, las peripecias políticas, las crisis económicas, y sobretodo la venta ambulante que se había adueñado de sus calles, mantenían los edificios en un estado bastante deplorable.
El cambio socio-económico de los años
90 pareció propiciar la recuperación de este espacio monumental de manera que
en el año 1991, el reconocimiento como Patrimonio Mundial se extendió a todo el
Centro Histórico actual. Son las manzanas del llamado Damero de Pizarro, cuyas
calles centenarias están repletas de construcciones que en su gran mayoría
datan de la etapa colonial (siglos XVI – XVIII). Así los imponentes edificios,
tanto eclesiásticos como gubernamentales, se unen a las residencias privadas, que en su mayoría
han cambiado de dueño y hoy son oficinas – públicas ó privadas – bancos,
instituciones culturales y museos. Hacen un total de 248 cuadras ó manzanas de la Lima antigua.
Fachada del Palacio Arzobispal, con miradores. Foto Flickr |
Los comienzos
Francisco Pizarro llegó a Perú por mar, por aquel océano que Vasco Núñez de Balboa descubriera en 1513 y al que llamó Pacifico por la tranquilidad de sus aguas. A través de él, descubrió las costas de las actuales Colombia y Ecuador y alcanzó Perú, del que ya se hablaba como epicentro del Imperio Inca y sus suculentas riquezas.
Llegó con 180 hombres y 27 caballos (animal desconocido en América) y en Cuzco se
apoderó del Inca Atahualpa. Posteriormente se desposó con una princesa inca
iniciando así el Mestizaje que copiaron
también sus correligionarios.
A doce kilómetros del mar, aguas arriba del río Rimac,
Pizarro fundó Lima con un plano urbano
romano, ortogonal, de 117 manzanas de las que repartió trece de ellas, entre
sus leales. El primer lote fue para el Duque de Aliaga que era su contable y el
segundo para los dominicos que fundaron
allí su primitivo convento de Santo Domingo. La Casa de Aliaga, la mansión más
antigua del continente, fue levantada sobre un santuario inca y junto con el
convento está situada en el ángulo N.O. de la Plaza Mayor.
Fuente central de la Plaza Mayor. Al fondo la Municipalidad. Foto Julia GP |
La Plaza de Armas
Esta Plaza Mayor, antes llamada de Armas, es el centro de la vida de Lima. Lo fue durante la colonia pues allí se ajusticiaba a los reos. Allí tuvo lugar la primera Corrida de Toros del Nuevo Mundo; y allí se proclamó la Independencia del Perú en el año de 1821.
El centro está ocupado por una Fuente de
cobre que encargó en 1650, el entonces Virrey, el Conde Salvatierra. Desde
ella, la panorámica de la plaza es soberbia. En el lado E. la Catedral y unido
el Palacio Arzobispal. Enfrente, al O. la Municipalidad (nuestro Ayuntamiento)
y el lado N. el Palacio Presidencial. Al margen del valor artístico de estos
monumentos, la vista se embelesa con los miradores de valiosas maderas que
decoran las fachadas.
Los Balcones limeños
Lima es la ciudad de los 500 Miradores (aquí los dicen Balcones) y posiblemente son su elemento arquitectónico mas representativo. Por ello, ha nacido el Proyecto “Adoptar un Balcón” por el que las empresas, instituciones y particulares han “adoptado un balcón” ( como si fuese una mascota ¡ ) para el que pagan el análisis de expertos sobre su estado, la recuperación de las maderas y su restauración completa, así como todo el ámbito documental y burocrático.
Lado Sur de la Plaza Mayor con soportales y miradores. Foto Julia GP |
Los balcones son para Lima algo emblemático que distingue, con orgullo, a esta ciudad de cualquier otra de América. Muchos de ellos tienen un cierto aire moruno debido quizás a la influencia morisca llegada desde España. Se citan varios tipos de Balcones:
El Balcón Cerrado, todo en madera muy
decorada; cerrados totalmente con celosías. Permitía reposar y ver sin ser
visto; especial para las mujeres.
El Balcón de Cajón, también de madera pero incorporando cristales por lo que se empezaron a llamar miradores. Importantes en el s. XVIII pues en 1752 se fundó la primera fábrica de vidrio en Lima. A veces eran muy largos con forma de corredor. (Ver jirón Carabaya, junto al Palacio Presidencial).
El Balcón Abierto, sin celosías ni
cristaleras, pero con baranda sostenida por columnas de madera armoniosas y
artísticas.
El Balcón Raso, que no sobresale de la
fachada pero tiene baranda ornamentada.
Se
pueden considerar como los principales balcones de la ciudad a los de la Plaza Santo Domingo,
el de la Casa del Oidor, el más antiguo de Lima; están también los balcones del
Palacio Arzobispal, la Casa de Osambela y los del Palacio Torre Tagle.
Los Balcones de Lima son para Lima y sus ciudadanos un sello emblemático
cargado de historia, belleza y orgullo
La Catedral y el Palacio Arzobispal
Interior de la Catedral. Altar Mayor y Sillería del Coro. Foto Jorge Segovia |
Trás la fundación de la ciudad se comenzó de inmediato la construcción de la Catedral, si bien el templo quedó destruido por el gran terremoto de 1746. Hubo que reedificarla; y el edificio actual es una reconstrucción después del seísmo de 1940 que la afectó gravemente. Por eso su interior no es tan suntuoso ni magnífico como pueda serlo el de la catedral de Cuzco. De grandes proporciones aunque más bien sobrio, ha conservado una magnífica Sillería del Coro, hecha por Pedro Noguera en 1626. Sus 51 asientos de madera de cedro traída de Nicaragua, son de un excelente Barroco Limeño. Las dos Torres catedralicias son neoclásicas.
En la primera capilla a mano derecha, está enterrado Pizarro, cuya momia fue identificada, hace años, como auténtica. Y el
sarcófago que la contiene, exhibe un
escudo nobiliario inventado, porque Pizarro no era noble de nacimiento. Varios
de sus estrechos correligionarios, están enterrados también allí.
Adosado a la Seo, el Palacio
Arzobispal que tras sufrir por los seísmos fue prácticamente reconstruido en
1924. Su Fachada presenta una imponente ornamentación barroca, donde se acoplan
dos formidables Balcones de madera de cedro repujado y con celosías.
La Municipalidad y el Palacio de Gobierno
Frente a la catedral un elegante
edificio en tono amarillo suave con arcadas centrales, es la Municipalidad ó
Ayuntamiento. Dos grandes miradores contrastan con la fachada y destacan sobre
ella. El lado S. de la plaza, hace juego
en estilo y color con el anterior y da una personalidad absoluta al conjunto,
que merece ser contemplado por un tiempo para llevarlo en nuestra retina. Vale
la pena pasearse morosamente bajo los soportales, con tiendas
y cafés peculiares.
Finalmente, por el lado N. cerca del
río Rimac, se sitúa el Palacio del
Gobierno donde reside el Presidente de la Republica, rodeado de altos muros de seguridad que privan de su vista cercana.
El interior tiene bellos mármoles y maderas y se vuelve fastuoso en la escalera
y gran salón de estilo versallesco.
De la Plaza de Armas a la Plaza San Martín
Casa modernista en jirón de la Unión. Foto Julia GP |
Se recomienda tomar el jirón (calle) de la Unión que desciende desde la Plaza de Armas hasta la Plaza de San Martín. Calle bulliciosa, comercial y peatonal, en ella se puede comprar de todo, comer de todo y encontrarse con las personas más variopintas de la ciudad. Merece la pena disfrutarla sin prisas. Entre ambas plazas, las calles intermedias permiten ver una buena colección de Palacios y casas señoriales, la mayoría de época colonial tardía, con hermosos patios de azulejos sevillanos, portadas ornamentadas y miradores. Por citar algunas, no deben perderse estas:
La Casa de Aliaga, en jirón de Superunda, de 1535, con patio acristalado y grandes zócalos de azulejos andaluces.
La
Casa de Pilatos / Jarava y Esquivel, de 1590, en jirón Ancash con patio en
arquería. Es la sede del Tribunal Constitucional
El
Palacio de Torre Tagle, quizás el de fachada mas espectacular. Portada en
piedra de Panamá y dos extraordinarios balcones de cedro de Nicaragua. Es de
1730 y esta en jirón Ucayali. Hoy es la Cancilleria y no se visita.
Palacio de Torre Tagle. Portada y Miradores. |
Casa Oquendo de Osambela de fin del siglo XVIII, único edificio con alturas, cercano a Santo Domingo.
La Casa
Riva Agüero propiedad
de la Pontificia Universidad
Católica, contiene un
Museo de Artes Populares con biblioteca especializada. En jirón Camaná…..La Casa O´Higgins, la Casa Goyeneche, etc.
Se recomienda pasear sin prisa por este
damero urbano para ir descubriendo los
mil y un edificios, templos, palacios, teatros, hoteles y museos que lo
forman.
La calle de la Unión termina en una
hermosa plaza ajardinada, presidida por la estatua ecuestre del general San Martín, libertador
del Perú que fue levantada y emplazada con motivo del primer aniversario de la
Independencia en 1921. El espacio es grande y armonioso con cierto aire francés
en los edificios. Entre ellos destaca el modernista Gran Hotel Bolívar de 1924.
El Club Nacional, exclusivo para socios masculinos ó el Cine Metro que fue el
mejor de la ciudad.
Plaza de San Martín. Estatua ecuestre y monumento al Libertador. Foto Julia GP |
Paseando por las cercanías se entra en la Lima de los pasados siglos XIX y XX. La Universidad de San Marcos, el Museo de Arte Italiano, el Museo de Arte de Lima ( MALI ), Palacio de Justicia, diversos ministerios y teatros. Esto lo vemos casi de pasada porque nuestro tiempo ha sido para el Casco Histórico, Patrimonio de la Humanidad.
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