viernes, 17 de agosto de 2012

Lima, museos y cultura

Fachada del Museo Larco Herrera


La capital de Perú tiene decenas de Museos, que en su mayoría son privados; gracias a ellos, se han preservado unas excepcionales colecciones que de otro modo, muy posiblemente ya se habrían perdido. Nuestro grupo fue recibido y agasajado en dos de ellos: el Museo Larco y el Museo Pedro de Osma. También almorzamos en el restaurante de Hauca Pucllana, disfrutando de un gran panorama del lugar arqueológico. Personalmente considero que esta es una buena manera de rentabilizar estos preciosos lugares y colecciones. Aunque no los pudiésemos visitar, nos habían recomendado otros espacios museísticos que no quiero dejar de mencionar. 



Huaca Pucllana 

 
Huaca Pucllana. Miraflores. Lima. Foto Wikipedia

Huaca Pucllana es una zona arqueológica en el límite entre San Isidro y Miraflores, justamente en un  lugar que estuvo poblado desde hace unos 10.000 años y en cuyo centro se construyó un complejo para intercambios comerciales y ceremonias. Pero en el año 700, es decir hace “solamente” 13 siglos, quedó abandonado y desde entonces fue utilizado por los indios Huari como cementerio de sus autoridades; convirtiéndose con el tiempo en una “Huaca” ó panteón para dejar ofrendas.



Huaca Pucllana es hoy una ciudad arqueológica con una pirámide escalonada vinculada a cultos religiosos con sacrificios humanos incluidos y varias plazas hechas con muros de adobe de 4 metros de altura y rampas de acceso. Los muros más anchos pertenecen a los almacenes y la fortificación defensiva.  Se sigue excavando desde 1967 y los hallazgos forman un pequeño Museo, donde es posible contemplar las “momias” hauri.  Estas momias están en posición fetal, atadas con cuerdas vegetales y pueden tener mas de 1000 años de antigüedad.  Para facilidad de las visitas hay un restaurante con hermosas vistas sobre el yacimiento. 



El Museo Larco Herrera 


Vista de la fachada principal desde el Jardín.

El Museo Larco Herrera está ubicado en el distrito de Pueblo Libre, cerca de San Isidro y es la obra de Rafael Larco Hoyle que siendo empresario azucarero, tuvo una inteligencia especial para valorar las antigüedades peruanas. Así en 1926 abrió un museo en la plantación donde vivía en Trujillo, y continuó recolectando fundamentalmente cerámica precolombina. Trasladó toda la colección a Lima en 1958, donde fundó este precioso museo,  instalado en una mansión virreinal del siglo XVIII edificada sobre una pirámide arruinada del siglo VII.

Alberga este museo la mayor colección privada de arte en cerámica con mas de 40.000 piezas – algunas de 7.000 años a. de C. - de las que una parte están perfectamente expuestas, dando una visión global de las culturas peruanas hasta la conquista española. Las demás llenan los inmensos almacenes a los  que nos permitieron acceder. 


Pieza de cerámica precolombina. Museo Larco Herrera

El recorrido guiado por las diversas salas comprende piezas de cerámica de inestimable valor; metales y joyas de tumbas excavadas en oro y plata; tejidos antiguos, herramientas y objetos de barro. En un lado del jardín  se encuentra la curiosísima Galería de Arte Erótico,  que nunca se enseña a los cientos de escolares que regularmente visitan este museo. El espléndido jardín que rodea la mansión esta lleno de coloridos rincones,  y ofrece orquídeas y buganvillas todo el año, debido al clima benigno que disfruta Lima. Nuestra visita se completó con una cena fría en estos jardines, tras el saludo del actual director  y de diversas autoridades turísticas de Perú. Un ambiente mágico y acogedor que convirtió este museo y su visita en algo inolvidable.


El Museo Pedro de Osma

 

Museo Pedro de Osma en Barranco. Palacete principal y acceso.


El Museo Pedro de Osma es la joya de Barranco, instalado en un edificio de estilo francés, blanco y majestuoso que fue construido a principios del siglo XX, rodeado por un amplio jardín, donde se sitúan otros dos edificios menores. El Palacete principal alberga fantásticos muebles coloniales y magníficas tablas de la Escuela Cuzqueña. Esta escuela única, mezcla el barroco español y la imaginería indígena andina. Asimismo hay esculturas del mismo estilo incluyendo pequeños retablos.

Al fondo del jardín, en un inmueble más pequeño, se expone una colección de piezas de plata con las vajillas y cuberterías que forman parte de la colección particular de los Osma.  Por último un tercer edificio, entre palmeras,  se transforma en un formidable salón de recepciones  para celebrar y atender  banquetes y eventos de diversa índole. Allí fue donde, tras la visita guiada del museo, se nos sirvió una cena fría amenizada con una espléndida muestra folklórica   de las diversas épocas históricas y las diferentes culturas de Perú. Fue tan delicioso el espectáculo como la forma de presentar las viandas y sobre todo los postres. Los dulces  especialmente, eran auténticas pequeñas obras de artesanía; más parecían hechos para ser contemplados y no comidos. Aún así quedaron pocos, tan deliciosos como estaban. Otro museo y otra visita inolvidables.

Otros Museos de Lima


En la misma Avenida Pedro de Osma, en Barranco, existen otros dos museos. El más sencillo es el Museo de La Electricidad. Lo más curioso de él es un tranvía restaurado, del año 1920, que recuerda los que tuvo Lima hasta 1967. Este  vehículo funciona únicamente por esta avenida y solo para visitas turísticas durante la semana. Es un bonito recuerdo del tiempo que se fue. 

El segundo espacio museístico es la Galería-Museo Arte Popular de Ayacucho.  Aunque no lo visitamos, la guía nos habló de unas fascinantes artesanías, sobre todo de tablas con relatos, retablillos, iglesias de barro en miniatura, decoradas con maíz y flores, que son amuletos contra los malos espíritus,  y altares portátiles.  



Iglesia de barro. Pieza del Museo de Arte Popular Ayacucho


También en Pueblo Libre, cerca del Museo Larco, y del barrio de San Isidro, se encuentra el Museo  Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, ubicado en la llamada Casa Huerta, una mansión que fue usada tanto por Bolívar como por San Martín, los libertadores de Perú. Entre sus múltiples materiales, llaman la atención dos cosas: en primer lugar la Colección de Retratos de los Virreyes de la Nueva España, de los siglos XVIII y XIX, donde se aprecia la suntuosidad de las vestimentas y su evolución.  Pero lo mas atractivo, quizás llamativo, sea la serie de Momias de la Cultura Paracas,  que enterraban a sus muertos sentados sin embalsamar y envueltos con varias capas de lienzo y telas diversas. Repito que no están embalsadas como las momias egipcias, sino secadas por congelación debido a la aridez del clima de la zona. 






El Centro Comercial Larcomar cuenta con una Sala Museo que en ocho espacios mantiene una muestra permanente de piezas de oro, plata y otros metales de las principales culturas precolombinas del norte del Perú, que se ha dotado de la más moderna tecnología en iluminación así como un sistema gratuito de audio guía. El visitante se transporta a la época de los Chimús y Sicán, mientras admira la belleza y diversidad del arte precolombino.

El Museo del Oro quedaba bastante a desmano de todo lo que habíamos visitado y por ello fue absolutamente imposible acercarnos a él. Tiene unas 7.000 piezas, de ellas gran parte de joyas en oro. Y la planta alta del edificio ofrece una colección de armas de fuego antiguas y modernas de todo el mundo. 




En pleno Miraflores está la Casa Museo de Ricardo Palma, escritor e historiador que reconstruyó la Biblioteca Nacional de Lima - destrozada en la Guerra del Pacífico con Chile – y que la dirigió durante 28 años.  Desde 1919, esta casa donde residió el autor de “Tradiciones Peruanas“ guarda los enseres y habitacionestal y como él los dejó al morir aquel año.

También nos hablaron del Museo Amano, creado en 1964 por el mecenas Yoshirato Amano, para exponer su colección de Tejidos y Artesanías prehispánicas, que es la mejor que existe. Y a pocas cuadras del anterior el Museo Enrico Poli, creado en 1950 y que expone piezas de arte prehispánico y colonial.  


La Plaza de Acho y el Museo Taurino 

 
Retrato del Virrey Amat, impulsor de la Plaza de Acho

Por último citemos algo consustancial a las fiestas peruanas.  Pizarro organizó la primera Corrida de Toros en la Plaza de Armas de Lima en el año 1538 y, se dice, entusiasmó tanto a los presentes que el arraigo de la fiesta taurina ha sido siempre muy grande en Perú. El inicio de la temporada de ferias coincide con la Fiesta de Las Nazarenas, en Octubre; y suele terminar en Diciembre. En 1768 el Virrey Amat mandó construir la Plaza de Toros de Acho que es la mas antigua y una de las mas grandes (la mayor es la Monumental de México) de América. Junto a ella se ubica el Museo Taurino que exhibe toda la parafernalia que rodea al mundo del toro. Lo más importante es la Colección de Carteles y Dibujos  sobre Tauromaquia con obras de Goya y de Picasso.

Bien amigos, el grupo está a punto de dejar Lima y nos espera el Perú profundo, incaico y maravilloso, sin dejar de lado una naturaleza asombrosa. Comenzaré con Machu Picchu, al regreso de unas cortas vacaciones.

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