El Avistamiento de Cetáceos
La enorme ballena azul es uno de los cetáceos que pueden observarse en las aguas de Terceira |
Islas en medio de un océano y en zona templada: paraíso para los Cetáceos. Esas son las Azores, así que, cuando estés por allí, no dejes de ir a descubrirlos. Te lo gratificarán con sus saltos cadenciosos o sus movimientos espectaculares. Y guardarás un magnífico recuerdo emocionado de tu visita a estas islas.
En nuestro caso zarpamos por la mañana del pequeño puerto de Angra do Heroismo . Es una excursión marítima organizada por la empresa Aguiatur,, para avistar cetáceos, pero también para descubrir la costa isleña desde el mar y para disfrutar de una navegación con el delicioso aire oceánico.
Rodeamos el Monte Brasil ( que ya hemos descrito anteriormente ), lo que nos permitía descubrir la cara oculta de este gran promontorio que preside la ciudad de Angra do Heroísmo. En esta ladera marítima se puede percibir el origen volcánico de la gran peña, por los elementos de lavas que forman las paredes exteriores acantiladas, mientras las interiores están cubiertas de vegetación y solo se intuye el hueco del cráter del antiguo volcán hoy apagado.
Nuestra embarcación, con unas 30 personas a bordo, dejando atrás el Monte Brasil, tomó rumbo hacia el oeste, con una mar en calma total, donde supuestamente nadaban los ansiados cetáceos, aunque aún tardaríamos en avistar algunos. Navegábamos en paralelo a unos 500 metros de la costa, donde la profundidad de la ladera insular es también de 500 metros aproximadamente.
La biodiversidad marina es generosa en esta zona oceánica, un lugar de cruce de aguas atlánticas profundas y ricas en nutrientes que dan alimento a numerosas especies. Es por tanto un santuario para multitud de cetáceos que cruzan durante las migraciones entre latitudes norte a sur y viceversa. Ballenas como la franca y la azul o rorcuales, cachalotes y delfines de diversos tipos. Rara vez se pueden ver tortugas
Grupo de delfines frente a las costas de Angra. Foto Agencia Pure Azores |
En general, todas estas especies son relativamente fáciles de observar, aunque en nuestro caso, apenas vinieron a saludarnos. Tuvimos ocasión de disfrutar de los alegres saltos de varios grupos de delfines. Pero no vimos ningún cachalote. También es cierto que la época del año no era la más propicia para estas especies migratorias. Después de una agradable travesía hasta la punta oeste de la isla, regresamos por la línea de costa, disfrutando de los paisajes que se asoman a la misma.
Los guías y biólogos marinos que nos acompañaban, nos dieron información sobre prácticas de buceo y natación entre tiburones. ¡ No hay que asustarse! Son tiburones azules inofensivos. Es posible que , en otra próxima visita a las Azores, nos animemos a disfrutar de esta experiencia.
Con el tiburón azul o tintorera, inofensivo, se realizan actividades de inmersión en Terceira |
Por lo que respecta a las ballenas, las islas Azores fueron desde siempre zona de caza artesanal, aprovechando sus migraciones. Así en el pequeño puerto de Sao Mateus, una pedanía de Angra, se instaló una pequeña factoría para una floreciente industria ballenera, que se cerró en la década de los años 1980. Más tarde la captura de cetáceos quedó prohibida, pero no su recuerdo. En Sao Mateus existe un pequeño pero interesante Museo de las Ballenas que conserva vestigios, como embarcaciones, artefactos, calderas para derretir la grasa y depósitos de almacenamiento, etc. Es muy numeroso también el material gráfico que ofrece.
Visita a enclaves volcánicos del interior
Ya hemos hablado del origen volcánico del archipiélago, cuyas islas no son si no afloramientos superficiales de montañas submarinas, de la gran dorsal oceánica que nace y se forma en la línea norte - sur del centro del Atlántico. Salvando las distancias y alguna que otra teoría, las grutas volcánicas de Terceira me trajeron a la memoria la preciosa isla de Lanzarote, en el archipiélago de las Canarias, en España. Islas también del Océano Atlántico pero, en este caso, sustentadas sobre la plataforma continental africana frente a las costas de Marruecos.
Después de realizar el Tour de la Isla Terceira ( ver el artículo publicado en este mismo blog ), quedan aún en la zona central de la isla, tres pequeños rincones de influencia volcánica, que sin duda deben visitarse. Nos referimos al Algar do Carvâo, las Furnas do Enxofre y la Gruta do Natal. Para ver los tres seguidos recomendamos tomar la autopista desde Angra hasta el enlace de Cabrito que lleva a la R 5-2ª, y seguir esta ruta hacia el oeste, enlazando prácticamente los tres lugares a visitar.
Acceso a la cueva de Algar do Carvao. Foto pacoyesther.com |
El Algar do Carvão es una de las cicatrices volcánicas de la isla de Terceira que pervive casi 2.000 años después de una erupción, por lo que ha sufrido el intenso vaciado que se percibe en el dibujo adjunto.
Génesis de un Algar volcánico. Ilustración de Nuno Farinha. Edición Amigos dos Açores. Secretaria Regional do Ambiente e do Mar |
Calmar la curiosidad de conocer este atractivo y desconocido panorama subterráneo significa bajar los 90 metros de profundidad de esta honda garganta de origen telúrico. Sin embargo, el esfuerzo merece la pena, pues te encuentras con un increíble descenso panorámico, para iniciar un precioso recorrido subterráneo adornado por helechos, unas bóvedas geológicas enormes y zonas con estalactitas de lava oscura,– algo muy curioso porque no son de origen calizo y tienen forma de pera. Se accede hasta un apacible lago de aguas verdes al que nunca le llega la luz del sol. Una visita fantástica pero muy dura, si el viajero no está en buena forma.
Las Furnas do Enxofre, un campo de fumarolas sulfúricas de origen volcánico |
Las Furnas do Enxofre se encuentran en un área al aire libre a no mucha distancia del Algar. Es una zona de fumarolas, ubicadas en un pequeño valle, de cuya tierra brotan vapores con olor a azufre ( enxofre ), que han teñido de un color amarillento el contorno. El paseo se realiza a través de senderos elevados y acondicionados sobre tablas.
La Gruta do Natal, un antiguo tubo de lava, extinguido y vaciado |
La Gruta do Natal es totalmente diferente a los dos lugares anteriores. Se trata de un tubo de lava de más de 700 metros de longitud que , en buena parte y con precaución se puede recorrer en ambos sentidos de ida y vuelta. En definitiva es una "Gruta Lávica" en azoriano y un “ Jameo “ como los de Lanzarote . Curiosamente en ambos lugares se han acondicionado espacios que permiten acoger diferentes ceremonias y eventos sociales, desde bodas a conciertos.
Génesis de una gruta lávica. Ilustración de Nuno Farinha. Edición Amigos dos Açores. Secretaria Regional do Ambiente e do Mar |
Tal y como se ve en el gráfico adjunto, se trata de una antigua colada de lava que ha discurrido por una suave pendiente, lo que aumenta su grosor. El contacto con el suelo y el aire ha ido enfriando la lava que se solidifica, excepto la parte central del río de lava, que permanece incandescente. Cuando cesa la erupción, este tubo central queda vacío y da origen a una cueva lávica ó jameo. Solo cuando se derrumba parte del techo se descubre su existencia. Hay en la Gruta do Natal un Centro de Visitantes con buenos gráficos y explicaciones de su formación.
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En un próximo capítulo hablaremos de los curiosos oratorios del Espíritu Santo y de la gastronomía terceirense.
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