El volcán Misti protege Arequipa |
Aquella mañana comenzamos de buena hora la visita del Centro Histórico de Arequipa. Un conjunto espléndido de elegante arquitectura colonial y monumentos renacentistas y barrocos de primer orden, mantenido de manera ejemplar, cuidado y mimado por las instituciones y la población.
Arequipa es de hecho la segunda mayor ciudad del Perú con
una población de 850.000 habitantes. Ostenta su Centro Histórico el título de Patrimonio de la Humanidad desde el año
2.000. Tiene la urbe un curioso
emplazamiento, a 2.350 metros de altitud y sobre una falla tectónica, con el fondo
impresionante de 3 grandes nevados: el Chachani
de 6.057 metros, volcán
extinto; el Pichu Pichu de 5.664 metros, también exánime;
y el Misti (cuyo nombre significa
Señor en quechua) de 5.822
metros, que está aún en activo – la última erupción tuvo
lugar en 1985 – pero que no es destructivo.
Los 3 volcanes – sobretodo el Misti – dominan el horizonte
urbano de esta ciudad elegante, que está rodeada de una hermosa campiña. Ciudad
con una ilustre historia, ha sabido mantener singulares tradiciones y, además,
es famosa por su excelente gastronomía. Arequipa fue fundada en 1540 por mandato de Francisco Pizarro, conquistador del
Perú, en el emplazamiento de un antiguo poblado inca y durante el virreinato se
convirtió en el principal centro comercial del centro sur de los Andes Meridionales.
Desde hace décadas, es la Capital Jurídica de Perú (sede de la Corte Suprema de Justicia)
y también sede oficial del Tribunal Constitucional. Desde el año 2010, tiene el
honor de ser la ciudad natal del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
El Centro Histórico de
Arequipa
Nuestro paseo por el Centro Histórico, acompañados de
nuestro guía, el Sr. Escalante, orgulloso
arequipeño, que nos acompañaba ya desde Puno, fue memorable. Descubrimos de su
mano hermosos rincones recoletos,
palacios barrocos de bellas fachadas balconadas,
espléndidos patios de airosas arcadas y fuentes cantarinas,
conventos e iglesias del más puro estilo español de los siglos XVII y XVIII,…..
El casco histórico de Arequipa lo conforman
49 manzanas que albergan 500 casas,
14 iglesias, 5 conventos, 3 monasterios, 4 capillas y la catedral metropolitana.
Arequipa quedó dividida desde su fundación en ocho bloques o manzanas de casas,
cada uno de los cuales tenía unas
dimensiones aproximadas de 100
metros de largo por otros 100 metros de ancho. En
el plano de la
moderna Arequipa el núcleo histórico queda situado sobre la
margen oriental del río ChilI.
Plaza de Armas con jardines y la fuente del Tuturutu |
El damero de la ciudad colonial se estructura en torno a la Plaza Mayor o de
Armas, una de las más bellas de Perú, que en su centro tiene una fuente
coronada por la estatua de Tuturutu, un soldado del siglo XVI, encargado de
informar a los ciudadanos de las noticias.
Flanquean sus explanadas, algunos de los edificios señeros de la ciudad:
entre otros el Ayuntamiento, la Iglesia de la Compañía y la Catedral. Ésta se sitúa
en el lado norte, estando los tres restantes lados de la plaza completamente
porticados. Estas arcadas invitan a deambular por ellas y es lugar de paseantes
casi todo el día.
Las calles, vueltas y cúpulas, patios interiores y espacios
abiertos de las iglesias y palacios del casco antiguo de Arequipa, son testimonio de la riqueza conceptual del
barroco iberoamericano. La arquitectura
colonial del centro histórico de Arequipa se caracteriza por la rica síntesis,
patente en sus construcciones monumentales, entre los modelos artísticos
importados de Europa por los conquistadores españoles y los motivos estéticos
extraídos de la tradición indígena. En sus calles puede verse un peculiar tipo
de viviendas, cuyas estancias se organizan en torno a dos patios interiores...
La vivienda colonial
El casco histórico de Arequipa sigue un modelo de casa unifamiliar de dos plantas, dotadas con dos patios interiores y un jardín trasero. Se han construido de baja altura para atenuar los efectos de los seísmos sobre la estructura del edificio Estas edificaciones de sencilla fachada, están labradas en sillar de cantería de medida regularizada de 40 cm. × 40 cm. x 60 cm., bloques extraídos de la roca viva de origen volcánico. Precisamente, la tonalidad blanquecina de este material ha hecho que Arequipa sea conocida como la Ciudad Blanca...
La puerta de la calle da paso a un zaguán que comunica con el primer
patio de la casa; ornado con flores y fuente, que aparece rodeado por las
habitaciones principales de la
vivienda. Más atrás queda un segundo patio, donde suele
hallarse una zona de bancos; las estancias que daban a este segundo patio
estaban destinadas al servicio.
Las guapas policías turísticas de Arequipa |
Por el segundo patio se accede a la puerta trasera,
clausurada por una tapia, que formaba el tercer recinto de la casa. En esta zona pueden
verse los aljibes de almacenamiento de aguas y las acequias que canalizaban su
fluido para garantizar el sustento de los árboles frutales.
Un paseo muy recomendable
Lo mas importante de esta ciudad gira en torno a 12 manzanas
de edificios, que permiten una visita en forma de agradable paseo, entrelazando
las calles y los monumentos religiosos y civiles. Y se termina en Santa
Catalina que – ya hemos dicho – es otra ciudad completa.
Nos situamos en la Plaza de Armas, frente a la Catedral, que muestra dos esbeltas
torres en ambos lados de su fachada. Es
un edificio renacentista con algunos elementos góticos, construido entre
los años 1621 y 1656 según los planos de Andrés de Espinosa. El templo sufrió graves daños en 1844 por
causa del fuego y en 1868 a
consecuencia de un terremoto. Como otros edificios de la ciudad, esta iglesia
resultó muy dañada por este último seísmo y fue casi totalmente reconstruida en
estilo neoclásico. Destaca su bello
Altar Mayor en mármol de Carrara y un Órgano que quizás sea el más grande de
Sudamérica.
Altar Mayor y Coro de la Catedral |
Dejamos a Tuturutu en su fuente y cruzamos la animada plaza con sus jardines siempre concurridos. Nos dirigimos hacia el extremo frontal izquierdo donde aparece la portada de la Iglesia de la Compañía. La consagración de este templo jesuita, tuvo lugar en 1573. Adoptó el edificio planta de cruz latina con una sola nave. En su fachada de cantería se aprecia ornamentación barroca, que incluye motivos tomados del arte popular indígena, siendo una de las obras más importantes del barroco mestizo de finales del siglo XVIII. En el interior del templo se conservan tres altares churriguerescos recubiertos con pan de oro, diversas pinturas y un púlpito labrado del siglo XVII. Las paredes y la cúpula de la capilla de San Ignacio, están adornados con espléndidos murales. Ya en el exterior se accede al claustro de 1660, barroco y rico en decoración escultórica y con jardines, que actualmente está ocupado por establecimientos comerciales. .
Abandonamos el claustro hacia la calle Palacio Viejo y tornamos hacia la de La Merced. En
ella dos edificios merecen nuestra atención. La iglesia de La Merced es
otra edificación barroca, con sala capitular del siglo XVII, que fue
remodelada en el año 1945. Posee una importante biblioteca virreinal y una
valiosa colección de pintura cuzqueña.
En la misma calle, la siguiente manzana termina en una casa de sillares
blancos y balcón corrido. Es la Casa Goyeneche
que alberga esculturas de la escuela granadina del siglo XVII y obras de las
escuelas de Cuzco y Arequipa; hoy pertenece al Banco Central de Reserva del
Perú.
Recomendamos una pequeña visita al Museo de los Santuarios
Andinos que la
Universidad Católica de Santa Marta, tiene a 50 metros de la casa Goyeneche. ¿Quien
nos espera allí? ¡Nada menos que Juanita, la Dama del Hielo! La primera momia
femenina helada de los Andes y excelentemente conservada. Descubierta por
casualidad en 1943, se data su muerte hacia los años 1440-50. Lamentablemente
no pudimos saludar a Juanita, aun no estaba abierto el museo.
Tomando la
calle Sucre, en la esquina con San Agustín, hay otro templo
de fachada barroca que no visitamos; era la iglesia de San Agustín. Y en la siguiente manzana, junto a la
iglesia metropolitana, una parada obligada en la Casa
Iriberry, mansión del siglo XVIII que alberga el centro
cultural Chávez de la Rosa y forma parte de la Universidad de San Agustín. Sus
salas de exposiciones se abren a un conjunto de bonitos patios y desde la
terraza superior se dominan magníficas vistas de la catedral. En la misma
manzana está la Casa del Moral cuya
fachada tiene tallas de pumas y serpientes.
Se recomienda cruzar por el recoleto Pasaje de la Catedral para acceder a la calle San Francisco,
donde nos topamos con la Casa Tristán del Pozo. Toma su nombre del general
Domingo Tristán del Pozo que ordenó su construcción en 1738 y constituye un
ejemplo clásico de la arquitectura colonial. La fachada de piedra presenta una
decoración barroca sobre las ventanas, y
el friso situado sobre la puerta se adorna con medallones. Su interior está
formado por amplios patios y los techos en arco. Actualmente la casa alberga la
sede de un banco, un pequeño museo y una galería de arte.
Esa misma calle termina en el convento de San Francisco que fue diseñado por Gaspar Báez en 1569.
La iglesia tiene planta de cruz latina, con nave única y cúpulas sobre el
crucero. Su coro, labrado en piedra, muestra detalles renacentistas y barrocos.
Y su altar mayor está recubierto de plata maciza. Cercano a él se ubica el Museo Histórico de Arequipa.
Existen casi medio millar de hermosas casonas antiguas, de
puertas y fachadas ricamente ornamentadas, que en el siglo XIX se construyeron para sustituir a las de la
época colonial que habían sido destruidas por los terremotos. También otras iglesias como son Santo
Domingo y la Recoleta (en el
barrio de Antiquilla y con 4 claustros)
merecen una visita. Pero ya tenemos poco tiempo y nos falta lo más
importante e imprescindible de ver en
Arequipa
El monasterio de Santa
Catalina
Calle Sevilla en el Monasterio de Santa Catalina |
Es el monumento por antonomasia de Arequipa. Un conjunto único en su estilo a nivel mundial. Es en realidad una ciudad monasterio, dentro de la ciudad. Fue la visita que más tiempo nos llevó, porque el complejo monacal sin duda lo merece. Un eficiente equipo de guías, elegantemente ataviadas con un sombrero areq uipeño, facilitan la visita de este laberinto de callejuelas, patios, celdas, etc.
El conjunto arquitectónico del monasterio de Santa Catalina de
Siena ocupa más de 20.000
m² en pleno centro histórico; esto es una manzana entera
de casas. Fue creado en 1580, y en realidad se trata de una ciudad en miniatura
dentro de la ciudad colonial, dotada con capillas, callejuelas y plazas, además de estancias monacales y
varios claustros. En su interior, el complejo está pintado con colores de vivas
tonalidades de forma que la arquitectura conventual evoca los modelos
constructivos andaluces...
Claustro de los Naranjos |
En 1579, tan sólo 40 años después de la llegada de los españoles, Doña María de Guzmán, una viuda rica que se ordenó monja., realizó la fundación de este monasterio. Las primeras en unirse a la orden de Santa Catalina fueron mujeres criollas pobres, hijas de curacas - jefes indios locales - y también mujeres de clase alta. Las novicias adineradas conservaban sus antiguas comodidades, incluyendo sus sirvientes, manteniendo el mismo ritmo de vida e incluso celebraban fiestas dentro del recinto monacal. Pero en la década de 1870 la hermana domínica Josefa Cadena tomó la dirección del monasterio e impuso la austeridad religiosa en la vida conventual
Construido con sillar, es el más importante exponente de la
arquitectura colonial arequipeña. Los continuos terremotos que afectaron la
zona fueron motivando cambios en sus estructuras, configurándose una ciudadela
de peculiares características en donde las religiosas construían celdas
privadas y llevaban una vida de clausura, aisladas de la urbe que las cobijaba.
Tras las altas y gruesas murallas de sillar se preservan
diseños y formas arquitectónicas que constituyen una excelente muestra del
mestizaje de elementos españoles y nativos.
Las monjas ocupan aún hoy este convento en una zona libre de visitas.
Desde la calle Burgos se ve “Sevilla”, un encantador pasaje en tono rojizo con arcos de sabor andaluz. Por la calle Granada se accede a la Plaza de Zocodover. Al lado están la iglesia y el coro. La visita finaliza en la magnifica Pinacoteca que reúne unas 400 piezas - ya restauradas -, una colección de extraordinario valor artístico e histórico. Todas son del arte virreinal, de la llamada escuela cuzqueña, máxima expresión de la fusión de dos culturas: la incaica y la española. Se exhiben en dos inmensas salas, cerca de la entrada principal.
Claustro Mayor del Monasterio |
Creo imposible transmitir con palabras la paz y belleza de
este lugar. La visita comienza en el Patio
del Silencio para seguir por tres Claustros,
el de Novicias, el de los Naranjos y el Mayor. La sencilla arquitectura, los colores
deslumbrantes de muros y paredes, los macizos de flores y el ambiente de
recogimiento en general resultan impresionantes. Solo algunos ruidosos visitantes
distorsionan el encanto. Por las calles de evocadores nombres españoles como Málaga, Córdoba y Toledo, se accede a las
casas con las celdas y oratorios. La Lavandería
cuenta con 20 cubetas de barro que se alimentan de un canal central. Y junto a ella se halla la
huerta.
Cubetas de barro de la Lavandería |
Desde la calle Burgos se ve “Sevilla”, un encantador pasaje en tono rojizo con arcos de sabor andaluz. Por la calle Granada se accede a la Plaza de Zocodover. Al lado están la iglesia y el coro. La visita finaliza en la magnifica Pinacoteca que reúne unas 400 piezas - ya restauradas -, una colección de extraordinario valor artístico e histórico. Todas son del arte virreinal, de la llamada escuela cuzqueña, máxima expresión de la fusión de dos culturas: la incaica y la española. Se exhiben en dos inmensas salas, cerca de la entrada principal.
En el monasterio de Santa Catalina vivió sor Ana de los Angeles Monteagudo, una
religiosa que fue priora del monasterio y murió en 1686. En el año 1985 fue
beatificada por el Papa Juan Pablo II. Se le
atribuyen innumerables milagros y predicciones y actualmente es objeto de culto
popular. Dentro de la ciudadela existe su celda y los utensilios y enseres que
utilizó en vida.
Calle Córdoba |
El monasterio de Santa Catalina permaneció oculto a la
población de la ciudad, durante cuatro siglos puesto que allí los arequipeños no entraban
nunca. . Después de los terremotos que asolaron esta tierra en 1958 y 1960, fue
restaurado y abierto al público el 15 de
agosto de 1970, en el 430 aniversario de la fundación de la ciudad. Su apertura fue
un acontecimiento que convirtió definitivamente a Arequipa en un centro
turístico de nivel internacional. Gracias a la visión de un grupo de
empresarios arequipeños se restauró este monasterio y se puso
al servicio de la cultura y del turismo mundial.
Despedida de
Arequipa…y de Perú
Con el buen sabor de boca
de esta maravillosa visita, nos fuimos a Yanahuara,
uno de los distritos próximos a Arequipa, en plena campiña. Es una bonita zona
residencial, con calles adoquinadas de estilo colonial.
En Yanahuara, aquel sábado, tuvimos ocasión de observar una boda “de postín” en la bonita iglesia de San Juan Bautista. De arte
regional mestizo, elevada en 1750, el templo forma parte de una hermosa plaza
ajardinada, que termina en un mirador
con grandes arcos, desde donde se domina una gran panorámica de la blanca
ciudad de Arequipa y de los volcanes.
Nuestra comida de despedida tuvo lugar en el restaurante Sol de Mayo , muy
agradable, en estilo tradicional arequipeño. Probamos las especialidades de la
región, y entre ellas el famoso chupe de
camarones, plato típico que consiste en una sopa con camarones enteros
acompañados con choclo (maíz), habas, papas y huevos, servidos en plato hondo.
Deliciosos postres de la cocina local sirvieron de broche a nuestra última
comida peruana.
Era nuestro adiós a esta ciudad sureña y en definitiva al
Perú. Desde el mismo restaurante nos nos
dirigimos al Aeropuerto para tomar el vuelo de LAN directo a Lima. Allí
conexionamos casi inmediatamente, con el vuelo de IBERIA que, tras 11 horas de travesía
atlántica nos llevo a Madrid, nuestro
punto de partida.
¡¡¡ Adiós Perú, hermoso
país, de ricos contrastes y de espléndida cultura, único en su variedad, nunca
te olvidaremos ¡¡¡
Texto y Fotos: Julia Gómez Prieto
Texto y Fotos: Julia Gómez Prieto
Logotipo de PromPereú |
excelente, Arequipa, es una ciudad muy hermosa, es muy visitado por los turistas , tambien de todo el mundo, nos brinda una muy buena experiencia cuando la visitamos, el lugar y la gente son muy acogedores, los hospedajes nos brindan la mejor atención, lo leí en este blog https://cabanasenelquisco.com
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