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domingo, 7 de julio de 2019

Una visita a "Angeli" Las Edades del Hombre 2019 en Lerma y Santo Domingo de Silos




La imagen del cartel es obra del artista Eduardo Palacios



Se puede creer en ellos o no, pero han sido los protagonistas de la Historia (al menos de la Historia Sagrada) desde hace milenios. Fue un ángel quien expulsó a Adán y Eva de Paraíso, quien detuvo la mano de Abraham cuando se disponía a degollar a su hijo Isaac por mandato divino, también fue un ángel quien tranquilizó a José cuando supo que María estaba embarazada y no era obra suya y otro quien se lo comunicó a ella. También algunos ángeles fueron los primeros espectadores del nacimiento de Jesús, quienes le acompañaron a Egipto y quienes estuvieron presentes en la vida, muerte, resurrección y ascensión de Cristo. Y, por supuesto, son esos que nos acompañan todos los días, a nuestra derecha, claro, guardándonos de todo mal... al menos a algunos. Siempre han sido los protagonistas absolutos. 

Y, sin embargo, han sido necesarias 24 exposiciones, 31 años y más de 11 millones de visitantes para que Las Edades del Hombre los eligieran como protagonistas de su nueva exposición “Angeli”. Han tenido dónde elegir. El patrimonio artístico religioso de Castilla y León es inmenso, se estiman en unas 400.000 obras. Ahora son 90 piezas con más de 300 ángeles –268 son buenos y el resto demonios y expresiones del mal–, los que se han expuesto en Lerma (Burgos) un lugar perfecto para disfrutar de la muestra y acercarse a una tierra con un pasado interesante, cargado de historia, cuna de Castilla y con atractivos terrenales que seducen a los menos espirituales. 



La imagen del cartel es obra del artista Eduardo Palacios y nada tiene que ver con los ángeles, es una imagen real y cercana de una preciosa niña que bien pudiera formar parte de nuestras vidas y que representa algunas de las cualidades que popularmente atribuimos a los ángeles.

Lerma acoge la muestra “Angeli” en tres sedes: la primitiva parroquia, donde se proyecta un audiovisual introductorio un tanto confuso; la colegiata gótico-renacentista, donde está la parte más destacada de la exposición y el vacío y austero  Monasterio de la Ascensión de Nuestro Señor, del mismo estilo herreriano que el vecino palacio del Duque de Lerma, reconvertido en Parador de Turismo. Pese a la profusión de obras de arte y paneles explicativos, la muestra permite admirar entre capiteles y altares obras de El Greco, Luca Giordano, Juan de Juni, Fernando Gallardo, Gil de Siloé, Gregorio Fernández o de deliciosos y numerosos autores anónimos. 

La colegiata gótico-renacentista acoge la parte más destacada de la exposición 

El tema elegido es apasionante y universal ya que los ángeles forman parte de todas las culturas, desde los griegos y mesopotámicos, en las que se inspiraría el judaísmo y el cristianismo, hasta las sectas más actuales. “Angeli” se centra en el mundo bíblico, sin entrar en matices, como las nueve categorías de ángeles y querubines, aunque sí se da espacio –tal vez la parte más atractiva de la exposición– a los demonios, la sombra, los ángeles desterrados siempre desnudos y sin alas. Hay que destacar especialmente varias de las esculturas dedicadas a los arcángeles Gabriel, Rafael y Miguel en su lucha contra los demonios. El bien y el mal juntos pero no revueltos. 

Placeres terrenales 

Nada más adecuado en esta villa de Lerma, donde el valido de Felipe III, Francisco de Sandoval y Rojas, duque de Lerma, llegó a gobernar medio mundo, urbanizó y embelleció la ciudad, atrajo órdenes y conventos y manejó a su antojo bienes y haciendas propias y ajenas hasta que temiendo ser juzgado por malversación a la muerte del rey, decidió conseguirse una inmunidad (ya entonces se hacían esas cosas) haciéndose nombrar cardenal, lo que inspiró la sagaz sabiduría popular con la conocida copla: “Para no morir ahorcado / el mayor ladrón de España / se vistió de colorado”. 

Palacio del Duque de Lerma, reconvertido en Parador de Turismo


No es el único personaje célebre en Lerma. Otro villano, o héroe, según cómo se mire, fue el cura Merino (no confundir con el activista liberal, conocido por haber llevado a cabo un atentado fallido contra la reina Isabel II en 1852), que se enfrentó a Napoleón y aprovechó el trazado de las viejas bodegas subterráneas que trufan el pueblo para convertirlas en refugios o caminos para sorprender a los gabachos. También es célebre José Zorrilla, autor del Don Juan Tenorio, que venía de joven a pasar los veranos en casa de su tío y se enamoró de una moza que le dio calabazas, aunque no es seguro que se tratara de la novicia doña Inés a la que dedicó el célebre verso: “No es verdad, ángel de amor...”, que hoy ilustra en forma de graffiti una de las paredes vecinas de la Colegiata. 

También anduvo por aquí el conde Fernán González, que vencería a los moros en la decisiva batalla de Carazo y, agradecido, fundó el monasterio de San Pedro de Arlanza. Con el tiempo, uno de sus monjes escribió el Poema de Fernán González, códice del Mester de Clerecía, hoy custodiado en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y monumento literario de la lengua. El conde fue enterrado en el monasterio. Pero tras la Desamortización (1835), su sepulcro fue trasladado a Covarrubias y el cenobio quedó abandonado. 

Y ya puestos en los temas terrenales, no es mal lugar Lerma, que se yergue coqueta sobre un cerro a la orilla del río Arlanza y presenta uno de los conjuntos herrerianos únicos en el mundo. De los tiempos del duque de Lerma se conservan el Palacio Ducal, la Colegiata, cinco conventos, la Plaza Mayor (una de las más grandes de España), el mirador de los Arcos, pasadizos, un humilladero, etc. Pero también quedan construcciones de origen medieval, como el Arco de la Cárcel y el puente sobre el río Arlanza. También sus espacios protegidos como la Ribera del Arlanza y afluentes y los Sabinares del Arlanza, y su deliciosa gastronomía: el lechazo asado, la morcilla y el chorizo de Burgos y el vino D.O. Arlanza. 

A los amantes del buen comer les gustará saber también que cerca de una veintena de restaurantes de la zona han creado el menú 'Edades', que apuesta por productos agroalimentarios propios de la zona. Por ejemplo en el Asador Los Caracoles de Lerma, se incluye por 33 euros: Chorizo de Lerma, Morcilla de Lerma, Ensalada, Lechazo Asado, Postres Caseros y Vino Tinto Lerma crianza D.O.Arlanza. Esta propuesta se enmarca dentro de la Tarjeta Turística Las Edades del Hombre, que ofrece ventajas y descuentos en 110 servicios turísticos de las localidades del entorno de Lerma. 

Tierras de Burgos 

Complemento perfecto de la visita a Lerma es Covarrubias, que ha remozado y peatonalizado su casco histórico y figura en el club de pueblos más bonitos de España y cuyo claustro acaba de ser acondicionado como parte del Museo parroquial, en el que destaca el tríptico flamenco “La adoración de los Magos”, una joya de gran belleza. La colegiata gótica reúne tantos enterramientos que el rey Alfonso XIII la llamó “panteón real. 

Claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos,  joya del románico


Y no muy lejos, Santo Domingo de Silos cuyo claustro es una joya del románico por sus capiteles y relieves de gran pureza y muy bien conservados y por el que deambulan, cuando no hay turistas, algunos de los 30 monjes que todavía lo habitan y a los que se puede escuchar con sus cantos gregorianos. En medio del claustro, el ciprés al cual dedicó Gerardo Diego su célebre soneto –“Enhiesto surtidor de sombra y sueño...”–. Junto a la botica medieval están el refectorio y otras estancias que acaban de ser remodeladas como museo. Una de las salas acoge este año pinturas de Antonio López, ejercicios de un taller de pintura que, por su espiritualidad, forman parte de la exposición de Las Edades del Hombre. 

Aquí cerca está Caleruega, donde nació Domingo de Guzmán —no confundir con el de Silos— una figura gigante para la historia de Europa que fundó la Orden de Predicadores (los dominicos) y dio ejemplo predicando en el Languedoc francés contra los cátaros o albigenses. Por eso, cuando se fundó la Inquisición para reprimir aquella herejía se encomendó su labor a la orden dominica. La temible Santa Inquisición debutó en Francia; a Castilla no llegaría hasta dos siglos después, aunque los españoles tengamos la (mala) fama. 

Texto: Enrique Sancho Fotos. Carmen Cespedosa y vv.aa.

Más información: http://www.lasedades.es/

sábado, 7 de enero de 2017

Astorga, una Ciudad Bimilenaria en el Camino de Santiago. De Roma a Gaudí



Conjunto monumental de Catedral, Palacio Episcopal y Murallas.  Foto astorgasmartcity.es

La  capital maragata es en realidad una ciudad repleta de historia,  con aromas de chocolate,  un extraordinario Palacio de Gaudí y muchos otros tesoros. 

Una ilustre y larga historia

Astúrica Augusta nació hace más de 2000 años, aunque ya anteriormente  hubo castros  en este lugar durante la Edad del Hierro  y Ptolomeo, en el siglo II a. de C., la cita como capital de los Amacos.  Más tarde se establecieron  en ella los Astures (de ahí el nombre). Y finalmente llegó la colonización romana y con ella  la fundación de la ciudad.  

Los Romanos erigieron primeramente un  campamento militar, aprovechando un estratégico altozano, que domina una amplia vega y con ella toda la comarca que abarca hasta los montes del Teleno, al oeste. Por esas sierras, los nuevos colonizadores encontraron entre las tierras arcillosas el tesoro más preciado, el oro, y posteriormente ampliaron el descubrimiento del rico metal en las vetas de  las Médulas  en la comarca inmediata de lo que hoy es El Bierzo. 

Surgió así  la minería y con ella las ferrerías que fabricaban las herramientas  para la extracción del metal. En este sentido es muy interesante la visita a la vieja ferrería de Compludo,  en el antiguo camino hacia el Valle del Bierzo; es toda una experiencia verla en funcionamiento. 


Trazado urbano de Astorga: Contorno de Murallas. Plaza Mayor (der.) y conjunto de Catedral y Palacio (izq.). Linea azul : Camino de Santiago. Plano  Ayuntamiento de Astorga y Oficina de Turismo

Astúrica Augusta surgió en un gran nudo de comunicaciones. Por el Este se llegaba desde el valle del Ebro, de Cesaraugusta, actual Zaragoza, hasta Finisterre, en la costa atlántica gallega; por el Sur se ascendía desde  el Guadalquivir, desde Emerita Augusta, actual Mérida, hasta las tierras astures. Cruce de Vías romanas y posteriormente de caminos medievales,  que se encontraban en Astorga, predestinando a la ciudad al ejercicio del Comercio. 

Siempre fue Astorga  una ciudad – mercado y sus habitantes realizaban el transporte de mercancías organizado a lo largo y ancho de la gran región astur-leonesa. Así nació la Arriería y no hubo mayores ni mejores  arrieros que los Maragatos, los habitantes de esta comarca ubicada  entre el campamento militar de la Legio VII Gemina, actual León, y el Valle del Bierzo con sus minas de oro. 

En la Alta Edad Media se iniciaría el Camino de Santiago  y sus peregrinos acabaron de consolidar a Astorga como ciudad de paso imprescindible. 

Dentro de esta ciudad rectangular romana , el Foro coincidía con la actual Plaza Mayor que fue siempre lugar de encuentro, debate y comercio . Hoy lo sigue siendo y me consta que bajo algunas casas de esta plaza se han encontrado restos romanos. Muy cerca de la plaza está la Ergástula, un túnel excavado en la tierra, que se supone servía como cárcel de esclavos,  y que se integra dentro de un interesante Museo Romano. 


La Ergástula y el Museo Romano.  


Muy cerca, en la plazuela de San Bartolomé , junto al muro de los Redentoristas se pueden visitar los restos de una Domus, una casa romana con mosaicos. Por detrás del Ayuntamiento hay también interesantes vestigios romanos  y los que sin duda se seguirán  descubriendo en el futuro. 

Sobre este plano romano se extiende una pequeña ciudad de provincias,  que ha sabido preservar  las esencias medievales con una cierta modernidad, que la ha mantenido viva durante los últimos tiempos. Actualmente cuenta  Astorga con casi 12.000 habitantes.

Ni siquiera los invasores franceses,  que  en 1810  abrieron brecha en la muralla junto a la catedral, la pudieron dominar.  Entonces fue defendida por el General Santocildes,  glorioso  héroe cuyo monumento preside la Plaza de su nombre. La batalla de Astorga,  que figura  en el Arco del Triunfo de Paris y en la tumba de Napoleón, le dio a esta ciudad el título de “invicta”  que figura en su escudo. 

La Plaza Mayor y el Ayuntamiento

Un original  Ayuntamiento, en estilo barroco civil leonés,  preside la Plaza Mayor, lugar donde se celebraba el Mercado semanal cada martes. La Torre que lo remata, está presidida  por una pareja de maragatos –  Colasa y Juan Zancuda , en apodo popular –,  que marcan con unos mazos de metal las campanadas de cada hora del día. En el interior del edificio municipal  se custodian algunos trozos del Pendón de la Batalla de Clavijo, en la que asegura la leyenda, el Apóstol Santiago ayudó al rey Ramiro I,  en su victoria frente a los invasores musulmanes, a mediados del siglo IX.


Plaza Mayor y  Ayuntamiento barroco con el Reloj de los Maragatos en la torre. Foto waldoviajes.blogspot.com


La Plaza Mayor es una zona peatonal que en el verano se llena de terrazas, siendo la más amplia la del Hotel Astur Plaza, cuyo nombre nos recuerda  la cuna prerromana de la ciudad . Sugiero cruzar la contigua Plaza de Santocildes  y su Monumento a los Sitios – 1809 y 1810  - para acercarnos hasta el hermoso conjunto  de la Catedral y el Palacio Episcopal,  que  son sin duda las dos grandes joyas de Astorga. 

La Catedral, gótica, renacentista y barroca 

La Catedral de Santa María  tiene diversas etapas y estilos de construcción , sobre la base de basílicas anteriores. Aun quedan restos de los siglos XII y XIII en el Museo Catedralicio. Finalmente hacia 1470 se inició su construcción actual, que se alargaría unos tres siglos, de manera que pasa  del gótico para los ábsides y la planta general, al sello renacentista que Juan de Colonia y Gil de Hontañón  le dieron ya en el siglo XVI.  Por último la bella fachada y las dos torres gemelas van del siglo XVII a principios del XVIII. Curiosamente el famoso terremoto de Lisboa  de 1755, afectó a la torre del lado izquierdo que fue reconstruida  en los años 1960.


Fachada barroca y pórtico de la Catedral. Foto megaconstrucciones.es

La Portada es abocinada con unos bellos relieves sobre la vida de Cristo, enmarcados con columnas barrocas.  El interior es una gran basílica de tres naves y capillas adosadas, todas ellas con bóvedas estrelladas. La sillería del Coro es gótica del siglo XVI con trabajos de artistas del círculo de Juan de Juni en los dos niveles de sillerías. Una espectacular Reja de Lázaro de Azcaín, levantadal hacia 1630, cierra el coro. 

Frente a él, en el Altar Mayor, el formidable Retablo Mayor , la joya renacentista del templo. Gran obra de Gaspar de Becerra  en 1558, con notable efecto escénico, está dedicado a la Asunción de la Virgen  en el cuerpo central. Consta de tres pisos con  cinco cuerpos cada uno, más el ático con doce  figuras que abrigan el Calvario central. Un buen Trascoro cierra el conjunto central catedralicio. 


Retablo Mayor. Obra maestra de Gaspar Becerra. Renacimiento. Año 1558  


La entrada al templo, salvo en horas de culto  en que no permite la visita guiada, se efectúa por el Museo Catedralicio, que alberga muy buenas piezas medievales de platería astorgana, tallas románicas y restos epigráficos. Se añade algún pequeño retablo y el paso por el Claustro hacia la nave central. En el exterior, con un amplio Atrio, el ábside se remata con una veleta y la popular figura de Pedro Mato, vestido de maragato,  casi una emblema de Astorga.  

El Palacio Episcopal de  Gaudí y el Museo de los Caminos

En aquella zona, contigua a la Catedral,  se levantaba hasta el siglo XIX  el  gran palacio de los Marqueses de Astorga, que fue comprado por el Ayuntamiento para restaurarlo… pero acabó derribado en 1857.  Además el viejo caserón residencial del obispo  fue pasto de las llamas en 1888. 

Por todo ello, aledaño al templo catedralicio, se comenzó a construir en 1889, un nuevo Palacio Episcopal, por iniciativa del entonces Obispo Juan Bautista Grau. Catalán de Reus, paisano  y  amigo de Antonio Gaudí, constructor del templo de la Sagrada Familia de Barcelona, consiguió que este famoso  arquitecto pasara unos días en Astorga, en la primavera del 1889. Se alojó en el Seminario donde por entonces residía el obispo, paseó por la ciudad, conoció la Catedral y acabó de redactar el proyecto del futuro Palacio Episcopal. 


Palacio Episcopal, obra modernista de Antonio Gaudí : 1889-1913.  


El 24 de Junio del año 1889, el propio Gaudí puso la primera piedra del nuevo edificio monumental. Se dice que además consiguió que fueran contratados albañiles y operarios catalanes, bajo las órdenes de un contratista astorgano.  Periódicamente volvió Gaudí por Astorga para visitar la marcha de las obras: 2 veces en 1890, 3 veces en 1892 y 4 más en 1893. Precisamente este último  año falleció el obispo Grau,  que fue sepultado en la catedral, bajo una losa que diseñó el propio Gaudí. 

En ese momento comenzaron los conflictos entre la Junta Diocesana y los canónigos de la Catedral, por un lado y Antonio Gaudí, que dejaron la obra parada durante al menos 10 años. Fue Ricardo García Guereta quien continuó la obra hasta el año 1913, si bien el estilo de Gaudí no se siguió totalmente.  El palacio  se asemeja a una mezcla de castillo medieval con foso y   otro de cuentos de hadas, por las torres cilíndricas de las esquinas. Construido en granito gris del Bierzo,  tiene sótano y tres pisos. 


Capilla del Palacio Episcopal. Foto juanjosesese.com


Su interior es magnífico pues mezcla el estilo neogótico con el mudéjar  mediante mosaicos, cerámicas y vidrieras. Destaca la preciosa Capilla y el salón del trono episcopal. Una escalera de caracol lleva hasta el último piso donde se expone pintura moderna de artistas regionales.  Nunca ha sido habitado y por ello desde 1964 se instaló allí el Museo de los Caminos , en alusión al de Santiago. Alberga, entre otros fondos artísticos, colecciones de  imaginería medieval en madera,  dedicadas a San Martín de Tours y otros notables peregrinos.

El entorno del Palacio y Catedral forma una magnífica estampa, tanto desde el exterior de las murallas, como desde la plaza Eduardo de Castro, que reúne ambos monumentos, más  la pequeña iglesia de Santa Marta y el Hotel Gaudí. Muy cerca están dos hoteles con encanto, La Casa de Tepa y el  Ciudad de Astorga, ambos instalados en antiguas casas señoriales reconvertidas. 

Las Murallas romanas y medievales 

La Muralla,  sobre el basamento romano,  hoy es visible en los tres lados de la ciudad que dan sobre la vega. Su estructura básica es coetánea a las murallas de León y Lugo, con un recinto amurallado que llegó a tener más de 30 cubos de los que hoy se conservan 27, todos de forma circular  y distribuidos a intervalos de 15 metros. 


Murallas romanas de Astorga . Foto structurae.com

El Paseo de las Murallas , en su lado sur, permite disfrutar del agradable sol de invierno y de la sombra del arbolado en verano . Desde allí se contemplan los Montes del Teleno en plena Maragatería. Astorga es un buen lugar de veraneo, mas fresquito para los madrileños y más seco para los norteños que viene aquí “ a secarse”. 

El Museo del Chocolate

Cuenta Astorga con unos buenos hoteles, albergue de peregrinos, una excelente restauración y una notable tradición gastronómica. No hay que dejar de degustar un “ Cocido Maragato “,las  míticas Mantecadas y desde luego el Chocolate.  


Museo del Chocolate instalado en una antigua fábrica y  en una casa señorial de 1910.   


Y hablando de estos dulces, en Astorga existe el único Museo del Chocolate de toda España. Ubicado en la antigua fábrica y residencia del chocolatero D. Magín Rubio, es una elegante construcción del arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga  de los año 1910 y muestra  una colección de materiales y piezas sobre el mundo del cacao y el chocolate, única en su género.  Conviene saber que su elaboración artesanal comienza en Astorga a mediados del siglo XVII  y se potencia con la Arriería Maragata. 

Tan solo nos queda citar las fiestas más peculiares de Astorga. Las patronales son a fines de agosto, por Santa Marta;  suelen coincidir con la celebración Romana cuando se elige al César; hay mercado, juegos de circo y otras pantomimas.  La Semana Santa cuenta con  importantes pasos artísticos y entre ellos el peculiar  “ San Juanín a la carrera “.  Hay que citar además otros dos acontecimientos populares,  los Carnavales y sobre todo la posibilidad,  la gran fortuna, de poder asistir a una Boda Maragata, verdadera joya de la tradición  de esta región. 


Grupo de Danzas Maragatas con sus elegantes trajes . Foto lanuevacronica.com

En fin, solo nos resta, para terminar,  recomendar que visiten Astorga; no se arrepentirán. Podríamos resumir así la realidad de Astorga:  "una ciudad romana con aroma de chocolate, una catedral gótica y un palacio de Gaudí".


viernes, 25 de octubre de 2013

El Puente Bizkaia cumple 120 años


El pasado 28 de Julio el Puente Bizkaia o Puente Colgante cumplió 120 años. Este Patrimonio de la Humanidad constituye un importante Recurso Turístico para el País Vasco.



 

Los Orígenes 

 

 El Puente Vizcaya fue concebido, diseñado y construido por la iniciativa privada entre 1887 y 1893.  Fue en 1877 cuando Evaristo de Churruca y Brunet se hace cargo de las obras de construcción del puerto exterior de Bilbao y de la canalización del último tramo de la Ría del Nervión. Años más tarde se  realiza la construcción de un nuevo muelle de hierro que habría de mejorar ostensiblemente el tráfico de buques por la ría. Y el 12 de Setiembre de 1887 la Reina Regente María Cristina puso la última piedra del nuevo Muelle de Hierro de Portugalete, dirigido por Churruca y construido por la Junta de Obras del Puerto de Bilbao.

Foto Wikipedia

Con esta obra final de la canalización de la Ría del Nervión, por su margen izquierda, se fijó definitivamente la Barra de Portugalete que durante siglos había dificultado la entrada y salida de barcos hasta el puerto interior de Bilbao. Se habían fijado también los arenales de Lamiaco y la actual Playa de Las Arenas, mediante el Muelle de Churruca, situado justo en frente, en la margen derecha.

Quedaba pues terminada la desembocadura del Nervión en El Abra y solo faltaba unir las dos márgenes de la ría, sin entorpecer la navegación fluvial. Esta unión se realizó mediante un puente que fue uno de los mayores éxitos  de la ingeniería de finales del siglo XIX.

La obra de Alberto de Palacio y la influencia de Eiffel




El diseño fue obra del arquitecto e ingeniero vasco Alberto de Palacio  (1856 – 1939) que habiendo estudiado en Barcelona, fue posteriormente alumno de Eiffel en París y gran conocedor y admirador de su obra . Además acabada de terminar el Palacio de Cristal del Parque del Retiro en Madrid.  Y otro ingeniero francés Ferdinand Arnodin,  le acompañó en la realización de esta obra que fue en su tiempo, la muestra más destacada del mundo de la tipología arquitectónica y la ingeniería  de los puentes transbordadores. Arnodin fue el inventor del cable de acero retorcido que permitió levantar y mantener esta obra y Palacios ideó el puente y  la barquilla suspendida que dejase libre paso al tráfico de barcos. Fue construido con capital privado mayoritariamente aportado por Santos López de Letona empresario y financiero bilbaíno.

Este puente fue además el pionero en su clase y tras su éxito, se construyeron una veintena más de transbordadores  similares tanto en Europa como en América. Como suele ocurrir, los años los volvieron “viejos” y la mayoría fueron derruidos, de manera que, hoy solamente quedan en pie 7 de ellos y el de Portugalete es el más antiguo y el único en uso permanente. ¡Todo un récord ¡

La estructura 


Este puente de hierro fue el broche de oro de un estuario, uniendo dos márgenes fluviales, una orilla rocosa y mas escarpada (Portugalete) con otra que era baja y arenosa (Las Arenas). La estructura es airosa: dos vigas horizontales apoyadas sobre 4 torres ó pilares asentadas por parejas sobre dichas orillas.


Las dos vigas soportan los carriles de los que pende una barquilla para el transporte de personas y carruajes. Con él se unían los dos balnearios  existentes en ambas márgenes de la ría, destinados a la burguesía industrial y a los turistas de finales del siglo XIX 

Inauguración

 

El 28 de Julio de 1893 se inauguró el Puente Vizcaya  pero, en esta ocasión no pudo venir la Reina Maria Cristina y en su nombre envió a la Infanta Isabel, hermana de su esposo el difunto rey D. Alfonso XII. Lo anecdótico es que el puente le gustó tanto a la Infanta que lo cruzó 7 veces de lado a lado de la ría. El puente tiene 61 metros de altura, de ellos 50 de luz, y 160 metros de longitud. Se trata de un puente colgante con una barquilla transbordadora para el transporte de vehículos y pasajeros.

Patrimonio Mundial de la Humanidad 





En el año 1984, el Puente Colgante fue  declarado Monumento Histórico Artístico y en 1991 se inauguró una iluminación espectacular por rayos láser. En el 2002 recibió el Premio “Europa Nostra” por su conservación y restauración y, como colofón, el 13 de Julio de 2006, la UNESCO lo declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad. Con este reconocimiento, el Puente Vizcaya se convirtió en el primer Patrimonio Mundial del País Vasco.

La resolución de la UNESCO considera este puente: “como una de las más destacadas obras de arquitectura del hierro de la Revolución industrial y subraya el uso innovador de los cables de acero ligero.  Es estéticamente agradable, con una gran conjunción técnica entre la forma y su función,  además de influir en el desarrollo de puentes en todo el mundo”



Durante la Guerra Civil (1936-1939) sufrió importantes desperfectos perdiendo el travesaño de la luz que cayó a la ria. Fue reconstruido por el ingeniero de Caminos José Juan Grácil y reinaugurado en Junio de 1941.  A lo largo de toda su vida ha transportado más de 700 millones de viajeros y 500.000 vehículos por año. Está en servicio las 24 horas de los 365 días del año.  Realizar el cruce en el Transbordador ahorra un viaje por carretera de casi 20 kms, por lo que sigue siendo un medio de transporte imprescindible para unir Getxo con Portugalete.



 Sociedad " Transbordador de Vizcaya"


En 1996 se creó la Sociedad  El Transbordador de Vizcaya" con 3 fines muy concretos: la gestión  del puente, la conservación del monumento y la promoción del mismo para el turismo, la cultura y el ocio.  A partir de ahí se invirtieron 3 millones de euros, de procedencia privada, a fin de realizar una reparación de la estructura, poner una nueva barquilla y salas de espera, así como unas terrazas panorámicas y dos ascensores, uno a cada lado y dentro de las torres.

Puente Colgante. Al fondo  Muelle de Cruceros de Getxo con el Queen Elizabeth II 
Los ascensores permiten acceder a la Pasarela peatonal por encima de los rieles de la barquilla. Esta pasarela a 50 metros de altura, con 8 metros de anchura y 160 metros de longitud, ofrece unas magníficas panorámicas de la Ría y el Abra.  Con una gran cantidad de mejoras técnicas (megafonía, vigilancia, etc.), el Puente Vizcaya comenzó una nueva etapa con muchos planes de futuro.

En el año 2003, se creó la “Asociación Mundial de Puentes Transbordadores”, cuya sede está en Vizcaya y de la que forman parte 5 países que son, además de España,  Francia, Gran Bretaña, Alemania y Argentina. A partir de ahí se crearon diferentes Rutas Turísticas,  se desarrolló un “merchandising” propio, se organizaron visitas de periodistas, documentales diversos  y libros especializados. 

En el 2010 fue totalmente pintada su estructura con el color rojizo de la vena de hierro de las cercanas  minas de Somorrostro.  El acceso es muy fácil por carretera y en Metro aconsejamos la Línea 1, Estación Areeta, la más cercana al puente.