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domingo, 7 de abril de 2013

Arequipa, la Ciudad Blanca




El volcán Misti protege Arequipa


Aquella mañana comenzamos de buena hora la visita del Centro Histórico de Arequipa. Un conjunto espléndido de elegante arquitectura colonial y monumentos renacentistas y barrocos de primer orden, mantenido de manera ejemplar, cuidado y mimado por las instituciones y la población.

Arequipa es de hecho la segunda mayor ciudad del Perú con una población de 850.000 habitantes. Ostenta su Centro Histórico el título de Patrimonio de la Humanidad desde el año 2.000.  Tiene la urbe un curioso emplazamiento,  a  2.350 metros de altitud y  sobre una falla tectónica, con el fondo impresionante de 3 grandes nevados: el Chachani de  6.057 metros, volcán extinto; el Pichu Pichu de 5.664 metros, también exánime; y el Misti (cuyo nombre significa Señor en quechua) de 5.822 metros, que está aún en activo – la última erupción tuvo lugar en 1985 – pero que no es destructivo.

Los 3 volcanes – sobretodo el Misti – dominan el horizonte urbano de esta ciudad elegante, que está rodeada de una hermosa campiña. Ciudad con una ilustre historia, ha sabido mantener singulares tradiciones y, además, es famosa por su excelente gastronomía.   Arequipa fue fundada en 1540 por mandato de Francisco Pizarro, conquistador del Perú, en el emplazamiento de un antiguo poblado inca y durante el virreinato se convirtió en el principal centro comercial del centro sur de los Andes Meridionales.

Desde hace décadas, es la Capital  Jurídica de Perú (sede de la Corte Suprema de Justicia) y también sede oficial del Tribunal Constitucional. Desde el año 2010, tiene el honor de ser la ciudad natal del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.

 

El Centro Histórico de Arequipa


Nuestro paseo por el Centro Histórico, acompañados de nuestro guía, el Sr. Escalante,  orgulloso arequipeño, que nos acompañaba ya desde Puno, fue memorable. Descubrimos de su mano  hermosos rincones recoletos, palacios barrocos de bellas  fachadas balconadas,  espléndidos patios de airosas arcadas y fuentes cantarinas, conventos e iglesias del más puro estilo español de los siglos XVII y XVIII,…..

El casco histórico de Arequipa  lo conforman  49 manzanas  que albergan 500 casas, 14 iglesias, 5 conventos, 3 monasterios, 4 capillas y la catedral metropolitana. Arequipa quedó dividida desde su fundación en ocho bloques o manzanas de casas,  cada uno de los cuales tenía unas dimensiones aproximadas de 100 metros de largo por otros 100 metros de ancho. En el plano de la moderna Arequipa el núcleo histórico queda situado sobre la margen oriental del río ChilI.


Plaza de Armas con jardines y la fuente del Tuturutu


El damero de la ciudad colonial se estructura en torno a la Plaza Mayor o de Armas, una de las más bellas de Perú, que en su centro tiene una fuente coronada por la estatua de Tuturutu, un soldado del siglo XVI, encargado de informar a los ciudadanos de las noticias.  Flanquean sus explanadas, algunos de los edificios señeros de la ciudad: entre otros el Ayuntamiento, la Iglesia de la Compañía y la Catedral. Ésta se sitúa en el lado norte, estando los tres restantes lados de la plaza completamente porticados. Estas arcadas invitan a deambular por ellas y es lugar de paseantes casi todo el día.

Las calles, vueltas y cúpulas, patios interiores y espacios abiertos de las iglesias y palacios del casco antiguo de Arequipa,  son testimonio de la riqueza conceptual del barroco iberoamericano.  La arquitectura colonial del centro histórico de Arequipa se caracteriza por la rica síntesis, patente en sus construcciones monumentales, entre los modelos artísticos importados de Europa por los conquistadores españoles y los motivos estéticos extraídos de la tradición indígena. En sus calles puede verse un peculiar tipo de viviendas, cuyas estancias se organizan en torno a dos patios interiores...


La vivienda colonial






El casco histórico de Arequipa sigue un modelo de casa unifamiliar de dos plantas, dotadas con dos patios interiores y un jardín trasero. Se han construido de baja altura para atenuar los efectos de los seísmos sobre la estructura del edificio Estas edificaciones de sencilla fachada, están labradas en sillar de cantería de medida regularizada  de 40 cm. × 40 cm. x 60 cm.,  bloques extraídos de la roca viva de origen volcánico. Precisamente, la tonalidad blanquecina de este material ha hecho que Arequipa sea conocida como la Ciudad Blanca...

La puerta de la calle da paso a un zaguán que comunica con el primer patio de la casa; ornado con flores y fuente, que aparece rodeado por las habitaciones principales de la vivienda. Más atrás queda un segundo patio, donde suele hallarse una zona de bancos; las estancias que daban a este segundo patio estaban destinadas al servicio.



Las guapas policías turísticas de Arequipa


Por el segundo patio se accede a la puerta trasera, clausurada por una tapia, que formaba el tercer recinto de la casa. En esta zona pueden verse los aljibes de almacenamiento de aguas y las acequias que canalizaban su fluido para garantizar el sustento de los árboles frutales.


Un  paseo muy recomendable 

Lo mas importante de esta ciudad gira en torno a 12 manzanas de edificios, que permiten una visita en forma de agradable paseo, entrelazando las calles y los monumentos religiosos y civiles. Y se termina en Santa Catalina que – ya hemos dicho – es otra ciudad completa.

Nos situamos en la Plaza de Armas, frente a la Catedral, que muestra dos esbeltas torres en ambos lados de su fachada. Es  un edificio renacentista con algunos elementos góticos, construido entre los años 1621 y 1656 según los planos de Andrés de Espinosa.  El templo sufrió graves daños en 1844 por causa del fuego y en 1868 a consecuencia de un terremoto. Como otros edificios de la ciudad, esta iglesia resultó muy dañada por este último seísmo y fue casi totalmente reconstruida en estilo neoclásico.  Destaca su bello Altar Mayor en mármol de Carrara  y  un Órgano que quizás sea el más grande de Sudamérica. 




Altar Mayor y Coro de la Catedral



Dejamos a Tuturutu en su fuente y cruzamos la animada plaza con sus jardines siempre concurridos. Nos dirigimos hacia el extremo frontal izquierdo donde aparece la portada de la Iglesia de la Compañía. La consagración de este templo jesuita, tuvo lugar en 1573. Adoptó el edificio planta de cruz latina con una sola  nave. En su fachada de cantería se aprecia ornamentación barroca, que incluye motivos tomados del arte popular indígena, siendo una de las obras más importantes del barroco mestizo de finales del siglo XVIII. En el interior del templo se conservan tres altares churriguerescos recubiertos con pan de oro, diversas pinturas y un púlpito labrado del siglo XVII. Las paredes y la cúpula de la capilla de San Ignacio, están adornados con espléndidos murales.  Ya en el exterior se accede al claustro de 1660, barroco y rico en decoración escultórica y con jardines, que actualmente está ocupado por establecimientos comerciales. .

Abandonamos el claustro hacia la calle Palacio Viejo  y tornamos hacia la de La Merced. En ella dos edificios merecen nuestra atención. La iglesia de La Merced es otra  edificación barroca,  con sala capitular del siglo XVII, que fue remodelada en el año 1945. Posee una importante biblioteca virreinal y una valiosa colección de pintura cuzqueña.  En la misma calle, la siguiente manzana termina en una casa de sillares blancos y balcón corrido. Es la Casa Goyeneche que alberga esculturas de la escuela granadina del siglo XVII y obras de las escuelas de Cuzco y Arequipa; hoy pertenece al Banco Central de Reserva del Perú.



Recomendamos una pequeña visita al Museo de los Santuarios Andinos que la Universidad Católica de Santa Marta, tiene a 50 metros de la casa Goyeneche. ¿Quien nos espera allí? ¡Nada menos que Juanita, la Dama del Hielo! La primera momia femenina helada de los Andes y excelentemente conservada. Descubierta por casualidad en 1943, se data su muerte hacia los años 1440-50. Lamentablemente no pudimos saludar a Juanita, aun no estaba abierto el museo. 

Tomando la calle Sucre, en la esquina con San Agustín, hay otro templo de fachada barroca que no visitamos; era la iglesia de San Agustín. Y en la siguiente manzana, junto a la iglesia metropolitana, una parada obligada en la  Casa Iriberry,  mansión del siglo XVIII que alberga el centro cultural Chávez de la Rosa y forma parte de la Universidad de San Agustín. Sus salas de exposiciones se abren a un conjunto de bonitos patios y desde la terraza superior se dominan magníficas vistas de la catedral. En la misma manzana está la Casa del Moral cuya fachada tiene tallas de pumas y serpientes.



Casa Tristán del Pozo


Se recomienda cruzar por el recoleto Pasaje de la Catedral para acceder a la calle San Francisco, donde nos topamos con la Casa Tristán del Pozo. Toma su nombre del general Domingo Tristán del Pozo que ordenó su construcción en 1738 y constituye un ejemplo clásico de la arquitectura colonial. La fachada de piedra presenta una decoración barroca sobre las ventanas,  y el friso situado sobre la puerta se adorna con medallones. Su interior está formado por amplios patios y los techos en arco. Actualmente la casa alberga la sede de un banco, un pequeño museo y una galería de arte.

Esa misma calle termina en el convento de San Francisco que fue diseñado por Gaspar Báez en 1569. La iglesia tiene planta de cruz latina, con nave única y cúpulas sobre el crucero. Su coro, labrado en piedra, muestra detalles renacentistas y barrocos. Y su altar mayor está recubierto de plata maciza. Cercano a él se ubica el Museo Histórico de Arequipa.   

Existen casi medio millar de hermosas casonas antiguas, de puertas y fachadas ricamente ornamentadas, que en el siglo XIX  se construyeron para sustituir a las de la época colonial que habían sido destruidas por los terremotos.  También otras iglesias como son Santo Domingo y la Recoleta (en el barrio de Antiquilla  y con 4 claustros) merecen una visita. Pero ya tenemos poco tiempo y nos falta lo más importante  e imprescindible de ver en Arequipa


El monasterio de Santa Catalina



Calle  Sevilla en el Monasterio de Santa Catalina



Es el monumento por antonomasia de Arequipa. Un conjunto único en su estilo a nivel mundial. Es en realidad una ciudad monasterio, dentro de la ciudad. Fue la visita que más tiempo nos llevó, porque el complejo monacal sin duda lo merece. Un eficiente equipo de guías, elegantemente ataviadas con un sombrero areq uipeño, facilitan la visita de este laberinto de callejuelas, patios, celdas, etc.


El conjunto arquitectónico del monasterio de Santa Catalina de Siena ocupa más de 20.000 m² en pleno centro histórico; esto es una manzana entera de casas. Fue creado en 1580, y en realidad se trata de una ciudad en miniatura dentro de la ciudad colonial, dotada con capillas, callejuelas  y plazas, además de estancias monacales y varios claustros. En su interior, el complejo está pintado con colores de vivas tonalidades de forma que la arquitectura conventual evoca los modelos constructivos andaluces...



Claustro de los Naranjos



En 1579, tan sólo 40 años después de la llegada de los españoles, Doña María de Guzmán, una viuda rica que se ordenó monja., realizó la fundación de este  monasterio. Las primeras en unirse a la orden de Santa Catalina fueron mujeres criollas pobres, hijas de curacas - jefes indios locales - y también mujeres de clase alta. Las novicias adineradas conservaban sus antiguas comodidades, incluyendo sus sirvientes, manteniendo el mismo ritmo de vida e incluso celebraban fiestas dentro del recinto monacal.  Pero en la década de 1870 la hermana domínica Josefa Cadena tomó la dirección del monasterio e impuso  la austeridad religiosa en la vida conventual  

Construido con sillar, es el más importante exponente de la arquitectura colonial arequipeña. Los continuos terremotos que afectaron la zona fueron motivando cambios en sus estructuras, configurándose una ciudadela de peculiares características en donde las religiosas construían celdas privadas y llevaban una vida de clausura, aisladas de la urbe que las cobijaba.

Tras las altas y gruesas murallas de sillar se preservan diseños y formas arquitectónicas que constituyen una excelente muestra del mestizaje de elementos españoles y nativos. Las monjas ocupan aún hoy este convento en una zona libre de visitas. 



Claustro Mayor del Monasterio



Creo imposible transmitir con palabras la paz y belleza de este lugar. La visita comienza en el Patio del Silencio para seguir por tres Claustros, el de Novicias, el de los Naranjos y el Mayor. La sencilla arquitectura, los colores deslumbrantes de muros y paredes, los macizos de flores y el ambiente de recogimiento en general resultan impresionantes. Solo algunos ruidosos visitantes distorsionan el encanto. Por las calles de evocadores nombres españoles como   Málaga, Córdoba y Toledo, se accede a las casas con las celdas y oratorios. La Lavandería cuenta con  20 cubetas de barro que se alimentan de  un canal central. Y  junto a ella se halla la huerta.




 
Cubetas de barro de la Lavandería




Desde la calle Burgos se ve  “Sevilla”, un encantador pasaje en tono rojizo con arcos de sabor andaluz. Por la calle  Granada se accede a la Plaza de Zocodover. Al lado están la iglesia y  el coro. La visita finaliza en la magnifica Pinacoteca que reúne unas 400 piezas -  ya restauradas  -, una colección de extraordinario valor artístico e histórico. Todas son del arte virreinal,  de la llamada escuela cuzqueña, máxima expresión de la fusión de dos culturas: la incaica y la española. Se exhiben en dos inmensas salas, cerca de la entrada principal. 
 
En el monasterio de Santa Catalina vivió sor Ana de los Angeles Monteagudo, una religiosa que fue priora del monasterio y  murió en 1686. En el año 1985 fue beatificada por el Papa Juan Pablo II. Se le atribuyen innumerables milagros y predicciones y actualmente es objeto de culto popular. Dentro de la ciudadela existe su celda y los utensilios y enseres que utilizó en vida.



Calle Córdoba

El monasterio de Santa Catalina permaneció oculto a la población de la ciudad, durante cuatro siglos puesto que allí los arequipeños no entraban nunca. . Después de los terremotos que asolaron esta tierra en 1958 y 1960, fue restaurado y abierto al público el 15 de agosto de 1970, en el 430 aniversario de la fundación de la ciudad. Su apertura fue un acontecimiento que convirtió definitivamente a Arequipa en un centro turístico de nivel internacional. Gracias a la visión de un grupo de empresarios arequipeños se restauró este monasterio y  se puso al servicio de la cultura y del turismo mundial.



Despedida de Arequipa…y de Perú


Con el buen sabor de boca  de esta maravillosa visita, nos fuimos  a Yanahuara, uno de los distritos próximos a Arequipa, en plena campiña. Es una bonita zona residencial, con calles adoquinadas de estilo colonial.

En Yanahuara, aquel sábado, tuvimos ocasión de observar  una boda “de postín” en la bonita iglesia de San Juan Bautista. De arte regional mestizo, elevada en 1750, el templo forma parte de una hermosa plaza ajardinada,  que termina en un mirador con grandes arcos, desde donde se domina una gran panorámica de la blanca ciudad de Arequipa y de los volcanes.


Nuestra comida de despedida tuvo lugar en el  restaurante Sol de Mayo , muy agradable, en estilo tradicional arequipeño. Probamos las especialidades de la región, y entre ellas el famoso chupe de camarones, plato típico que consiste en una sopa con camarones enteros acompañados con choclo (maíz), habas, papas y huevos, servidos en plato hondo. Deliciosos postres de la cocina local sirvieron de broche a nuestra última comida peruana.


Era nuestro adiós a esta ciudad sureña y en definitiva al Perú.  Desde el mismo restaurante nos nos dirigimos al Aeropuerto para tomar el vuelo de LAN directo a Lima. Allí conexionamos casi inmediatamente, con el vuelo de IBERIA que, tras 11 horas de travesía atlántica  nos llevo a Madrid, nuestro punto de partida.

¡¡¡ Adiós  Perú, hermoso país, de ricos contrastes y de espléndida cultura, único en su variedad, nunca te olvidaremos ¡¡¡ 

Texto y Fotos: Julia Gómez Prieto

Logotipo de PromPereú

lunes, 1 de abril de 2013

De Puno a Arequipa: El Cañón del Colca








Salimos temprano de Puno en dirección a Arequipa,  que en línea directa supone unas 5 horas de camino. Pero hoy nos toca dormir en el CAÑON DEL COLCA y por tanto,  haremos ese recorrido en dos jornadas.

En el trayecto admiraremos interesantes paisajes naturales del altiplano, salpicados por rebaños de llamas, alpacas, vicuñas y guanacos, y de vez en cuando algunas  vizcachas. Nos detenemos junto a la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, en cuya Laguna de Sakakani  podemos observar varios grupos de grandes  zancudas que se  bañan en las  orillas del lago. Es el llamado Mirador de los Flamencos y estamos ya a 4.450 metros de altitud.

La carretera es buena, de firme sólido, pero nosotros debemos desviarnos hacia caminos menos firmes, en ruta hacia el Cañón del Colca, que es nuestra meta. Para llegar iremos ascendiendo hasta casi los 5000 metros de altitud para después  descender de forma vertiginosa hasta el fondo del valle. Tras un recodo del camino, unos niños “pasean” a unos bebes de alpaca. Es parada obligada  para fotos y para contemplar la impresionante hondonada donde se asienta Chivay, capital del valle a donde nos dirigimos.   

Genesis del Cañón

El Cañón del Colca, uno de los más largos y profundos del mundo,   es en realidad una falla originada en los últimos tiempos del levantamiento andino y que los agentes erosivos y geológicos han ido remodelando  durante millones de años. Zona rodeada de “nevados “(volcanes de cumbres nevadas),  la cabecera del río Colca  está a más de 4.000 mts de altitud y nace entre dos colosos volcánicos: el Coropuna de 6.425 metros y el Ampato de 6.310. Desde allí va bajando en suave pendiente mientras sus tierras pasan de un uso ganadero a  un uso agrícola  hacia los 3.000 metros. A esa altura es cuando se estrecha el valle  y comienza realmente el cañón. 


Bancales y Colcas

Los “nevados “ alimentan el río y erosionan las fuertes laderas, lo que ha obligado al campesino desde épocas remotas al  cultivo en terrazas, que se aprecia en los lugares más anchos del valle y que forman curvas caprichosas para adaptarse al relieve. Estos bancales controlan el riego y la erosión y así las comunidades del Colca, los Cabanas y los Collaguas pueden  mantener los cultivos  que son su medio de vida. La palabra “Colca” es una expresión quechua que significa granero por las hoyas donde los pobladores guardaban el grano de sus cosechas.  


La Capital del Valle

CHIVAY es el centro neurálgico  de la entrada  al Colca; una comarca donde es fácil encontrar aguas termales, debido al vulcanismo latente en la zona. Aguas que van de sulfurosas a bicarbonatadas con temperaturas que pueden llegar hasta los 85°.  También abundan las  zonas de aguas provenientes del deshielo en forma de lagunas, presas, manantiales, cascadas…

Mercado de Chivay. Sombreros Cabana. Foto JGP

Precisamente, siguiendo aguas arriba del río está  LA CALERA,  con aguas ricas en sulfuro y hierro,  muy adecuadas para tratar el reumatismo y la artritis. Desde allí, ascendiendo  por caminos más difíciles, se llega a contemplar los castillos encantados de CALLALLI, preciosos bloques de órganos basalticos que parecen servir de puerta a la entrada del cañón.

Cuando llegamos nosotros, a primeros de diciembre,  la villa de CHIVAY estaba en fiestas y muy engalanada. Tuvimos ocasión de disfrutar del espectáculo un gran mercado local,  donde pudimos apreciar todo tipo de productos agrícolas zonales; especialmente la enorme variedad de papas, creo que son más de 20, que se cultivan en esta área.   Desde el mercado, cruzando la Plaza de Armas y la calle principal se accede al Puente del Inca sobre el Colca,  que pone en comunicación ambas orillas y que, a nosotros, nos puso en el camino de nuestro Hotel, el Colca Lodge, Spa & Hot Springs.

El Hotel Colca Lodge 


La carretera, que cruzaba por el pueblo de Coporaque,  era en algunos tramos sumamente tortuosa, pedregosa y estrecha. La entrada al hotel quedaba unos100 metros por debajo del camino, que había que recorrer  a pie, descendiendo por una pendiente igual de pedregosa, pues nuestro autobús no podía salvar el repecho. Los edificios del alojamiento, estaban ubicados sobre la ladera y había escaleras para llegar a las habitaciones. En resumen un acceso complicado para un hotel de su categoría, construido hace ya unos años. El conjunto, sin embargo,  en estilo rústico, es muy bonito y está emplazado en un entorno espectacular, sobre el río. Cuenta con un Spa natural que aprovecha las “colcas “de aguas termales, cercanas al cauce fluvial. ¡Todo un alivio tras el fatigoso camino ¡

A primera hora de la mañana, apenas amanecido, nos preparamos para el aspecto  más emocionante de este valle: descubrir el vuelo majestuoso del cóndor, el ave mítica que reina en estas alturas.  Desandamos el camino de la tarde anterior hasta Chivay y retomamos la calzada del valle, esta vez por la margen izquierda. La carretera era obviamente tortuosa, estrecha y pedregosa  a lo largo de  los 42 kms de ascenso continuado, que tardamos más de dos horas en recorrer, dado el estado de la vía y  las curvas continuas hasta el Mirador de la Cruz del Condor.

Los pueblos del valle

En el Colca hay diversos pueblos  escalonados  por las laderas del valle, todos ellos llenos de vida y colorido. La mayoría tienen iglesias de estilo barroco mestizo, de las más antiguas del Perú, adornadas con pinturas murales y valiosos cuadros de la época de la colonia. Destacan los buenos retablos que, además, han sido restaurados  recientemente, con ayuda española, según nos dijeron. Esta es la herencia de los franciscanos que llegaron por aquí a mediados del siglo XVI, poco después de la conquista para evangelizar el valle.

Lugares como YANQUE, MACA, etc., se sitúan junto al camino. En cada término los lugareños  ponen sus mercados con las más variopintas mercancías de colores fantásticos para atraer a los visitantes. Comida, ropas y artesanías alternan con muñecos, sombreros y abalorios de una ingenua belleza. Campesinos ataviados de vistosas indumentarias, y acompañados de  animales exóticos, se ofrecen para una foto, como siempre, mediante una gratificación.

El Mirador de la Cruz del Cóndor




Desde Maca aún  quedan 20 kms hasta el Mirador y se cruzan dos túneles en la roca viva... Uno de ellos  tiene 400 metros de largo y, según la tradición,  allí habita “el demonio de los socavones”. ¡Que razón tienen ¡   El MIRADOR DEL CONDOR  es  nuestro destino final y allí estamos a las 10 en punto de la mañana. Se ve que el cóndor no es madrugador.

Es esta la zona más angosta del cañón  y frente a nosotros el paredón rocoso, espectacular, tiene una profundidad de 3.200 metros desde su punto más alto. Allí habitan los Cóndores y allí esperamos pacientemente a que inicien su vuelo matutino. Cada día se juntan aquí varios autobuses y quizás porque había ya bastante gente… lo que quiere decir bullicio, el cóndor parecía negarse a salir. Mientras  se asomaba el ave, los vendedores hacían su agosto.

Por fin, un gran cóndor, salió de su nido rocoso,  a unos 300 metros por debajo de donde nos encontrábamos; se hizo un silencio total, casi religioso. El ave se fue elevando poco a poco hasta alcanzar nuestra cota y continuó hacia lo alto describiendo majestuosamente vuelos circulares, simplemente con sus alas extendidas, aprovechando las corrientes de aire que se elevan desde el fondo del angosto valle. En un momento determinado  enfiló el cañón en dirección al Océano y desapareció de nuestra vista.  ¡Realmente había merecido la pena el fatigoso ascenso y la paciente espera! Fue un momento inolvidable, un espectáculo de los que no se olvidan fácilmente.

El Cóndor, ave sagrada de  los Incas




El CONDOR es el ave voladora más grande del mundo con un peso de hasta 15 Kg. los machos y 11 las hembras. Su altura puede llegar hasta casi metro y medio y la envergadura de sus alas roza los 3 m de longitud en pleno despliegue.  Vuela altísimo aprovechando las corrientes térmicas cálidas ascendentes, de manera que pueden llegar hasta los 7000 m de altitud con una capacidad de vuelo de cientos de kilómetros, ya que apenas se cansa porque más que volar planea sobre el territorio con sus enormes alas extendidas que casi no se molestan en batir. Habitan en oquedades de las rocas siempre acantiladas e inaccesibles, donde forman colonias de importancia. Se alimentan siempre de animales muertos, son carroñeros lentos ya que adoran descubrir la prensa y sobrevolarla durante horas hasta que descienden a comer sus partes blandas. Los cóndores del Colca  a menudo bajan hasta el océano donde se alimentan de las placentas de los delfines bebes que han nacido por la costa.  





Aprenden a volar hacia los 2 años y se hacen adultos hacia los 5-6 años pero tienen una tasa de reproducción muy baja ya que solamente ponen un huevo cada 1-2 años. Por el contrario es una de las aves más longevas,  pudiendo alcanzar hasta los 50 años de edad. Es una especie amenazada y se trata de protegerla  en todos los lugares porque, además, forma parte de la mitología de los países andinos; era el animal sagrado de los Incas  y, por todo ello, está considerada como Patrimonio Cultural y Natural de Sudamérica.

Turismo de Aventura en el Colca

Desde la Cruz del Cóndor, el río Colca sigue por un angosto valle que, por tener unos 200 rápidos a lo largo de su curso,  es  un paraíso para los amantes de las “aguas bravas “. Al parecer es uno de los mejores lugares del mundo para realizar este deporte del rafting. Cuando el Colca se une al río Majes o a otros arroyos más, origina el río  Camaná que desemboca en el océano Pacífico precisamente por Camaná, al norte de Arequipa.  



Regresamos por la misma carretera pedregosa y estrecha hasta el Yanque, En este pueblo hubo sesión de fotos y compras. Las llamas y los aguiluchos, ayudan como ya hemos dicho,  a las economías familiares.  De regreso a Chivay, la Comida fue servida en el hotel Casa Andina Classic, amenizada por  un grupo musical que interpretaba los bailes y cantos propios del rico folklore  de esta zona.
Había que ascender de nuevo a la paramera  y hacer unas cuantas horas de autobús descendiendo hacia Arequipa,  por una ruta  atestada de camiones.  En el horizonte destacaban ya los tres volcanes: el Chachani, el Misti y el Pichu Pichu que vigilan, adornan y dominan la ciudad de Arequipa. Hacia las 6 de la tarde entrábamos en la “ciudad blanca “ que es el sobrenombre de esta magnífica ciudad del sur peruano. Cuando ya atardecía  la blancura de sus muros parecía querer retrasar el ocaso.

Cenando en Arequipa 

Nuestro hotel se ubicaba en la antigua Ceca del siglo XVII: el  Casa Andina Private Collection. Con dos hermosos patios cubiertos, salón, comedor y capilla, todo estaba amueblado en estilo barroco arequipeño de gran valor y elegancia. Era como un museo. Las habitaciones situadas en un bloque adherido, eran modernas. Estando enclavado el albergue a pocas cuadras de la Plaza de Armas, salimos a descubrir la ciudad iluminada de noche y los restaurantes que estaban cercanos.



Elegimos el “Chicha “,  del famoso  chef peruano Gastón Acurio, situado en la Casona de Santa Catalina, una cuadra de casas coloniales con patios interiores adornados de fuentes y macizos de flores.  Ofrecen platos tradicionales arequipeños hechos a base de ingredientes clásicos pero presentados de una forma sofisticada. Nos dejamos aconsejar por un joven maître y tras el tradicional “pisco sauer”, el exquisito cóctel nacional, dimos buena cuenta de un  ceviche de pescado y una costilla en salsa BBQ.  Excelente cocina regional, buen servicio y mejor atención.  Le hicimos los honores a un magnífico vino peruano, Tacama, y finalizamos con dos postres originales a cada cual más suculento.
 A la salida, el centro histórico iluminado invitaba a pasearlo. Lo hicimos solo un ratito porque, al día siguiente, nos esperaba una densa jornada que, además, sería la última de nuestro viaje por este magnífico país.  

Texto Julia Gómez Prieto
Fotos: JGP, Wikipedia y Google

lunes, 11 de febrero de 2013

El Lago Titicaca




Este lago, situado entre Perú y Bolivia, se encuentra a 3.812 metros de altitud y alcanza una profundidad máxima de 467 metros. Es la masa acuática navegable más alta del mundo y es utilizado por diversas embarcaciones, algunas de línea regular. Se dice que muchas  cruzan a diario el lago en una y otra dirección con vituallas y mercaderías que más recuerdan el contrabando que a una actividad comercial reglada. Pero de día solamente las “totoras” peruanas y los barcos de paseos turísticos  se avistan navegando por sus aguas. Tres guardacostas patrullan para salvaguardar la soberanía de la orilla peruana  del lago.

El lago tiene 8.300 kms cuadrados y una longitud de 190 kms, y  esta poblado  en diversas islas como la Isla del Sol, Taquile, Amantaní, Isla de la Luna, Suriqui y Uros.Este lago tenía hace un siglo mucha mayor extensión que la actual; de hecho hay lugares situados a 10 kms de la costa  que, en tiempos estaban ubicados junto a la orilla.  Los Incas   creían que este lago era “el ombligo del mundo” y pensaban que Viracocha, el dios del sol, había nacido de sus profundidades. El sol es aquí especialmente fuerte, la luminosidad, el brillo  y el color azul hondo del lago, rotundos.



En la zona oeste del lago – frente a Puno - hay un autentico poblado de islas de totora, habitadas por los UROS / URUS con una distribución de familias y de servicios comunitarios realmente admirable.

¿Que es una totora? pues una planta acuática, como una especie de junco, que puede alcanzar una altura de hasta cuatro metros por encima del agua y cuyas raíces le dan  anclaje en el suelo fangoso. Por eso las islas de totora se mecen, se mueven, pero no se desplazan. Unas 8 ó 10 familias viven en cada una de las casi  60 islas flotantes, construidas con totoras El mantenimiento de sus costumbres ancestrales no quita para que algunas de las islas dispongan de paneles solares para abastecerse de energía ya que el material de las mismas es altamente combustible. También tienen una isla con su escuela, su centro de salud y, cómo no, su iglesia en otra isla. Los cerdos, cuys y aves de corral se crían en otra isla especial.

Los hombres son hábiles constructores de islas y de balsas, así como de su mantenimiento. Las mujeres son primorosas tejedoras y amas de casa. Los Uros ya habitaban allí a la llegada de los españoles. El siglo XXI los ha puesto en la ruta turística y se han convertido en punto obligado de visita para quienes visitan Puno.  Anclados en el tiempo para algunas cosas y asimilados a los tiempos que corren para otras, este pueblo hospitalario y amable no deja de sorprendernos

Balsa de "totora" con sobrepiso

Mantienen la tradición de la pesca artesanal, especialmente de especies como el carachi, el pejerrey y la enorme trucha arco iris que a veces llega a tener 60 cmts de longitud.; y cuando la pesca es abundante, conservan sus capturas desecándolas al sol. Además se alimentan de patatas, yuca, oca y quinua,  que cultivan sobre tierra traída de las orillas del algo y extendida sobre el suelo de totora. También se dedican a la caza de aves silvestres y a la recolección de huevos de pato. 

Su vestimenta los distingue fácilmente. Los hombres llevan unos gorros cónicos  de lana provistos de orejeras y las mujeres unos sombreros hongos  redondos de lana que – según dicen – es herencia de la indumentaria colonial española. Las faldas femeninas son de cuatro capas, en colores vivos y con una greca en el borde.  Todo ello es pura artesanía familiar.



Hace un año, acaban de organizar la “Asociación de Turismo Vivencial” del    Turismo Rural Comunitario, Isla de los Uros. Su portavoz  en este caso era Doña Cristina Suaña,  ganadora del primer premio en la categoría individual del Concurso Nacional de Innovación y Buenas Prácticas en Turismo Rural Comunitario que organizó el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú. Cristina, que es una mujer a la que es una delicia escuchar  por el cariño y la ilusión con la que habla de sus cosas y su hija Maribel,  que es la experta familiar en informática,  son dos habitantes del Lago Titicaca, de la etnia de los Uros que han creado un turismo rural único en el mundo: el  Turismo Rural de 5 Esteras


Cristina Suaña y su hija Maribel, pioneras del turismo vivencial en Uros Q´hantati
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 La familia de Cristina ha convertido su isla en un Hotel de 5 Esteras. No le falta de nada. Su pequeño embarcadero, su reducido jardín, su caminito hasta el centro del islote,  concebidocomo “la  plaza”, alrededor de la cual se ubican el comedor y el salón de estar. Todo decorado con telas de producción propia y vivos colores. A un lado están las casitas – dormitorio  con grandes camas bajas y baldaquino de telas. Los “baños” están apartados – en una orilla de la isla -  y son ecológicos.Junto a la  plaza está también la cocina; la hoguera se enciende sobre una gran plancha de piedra. 

Encontramos a una huésped holandesa con la que estuvimos intercambiando impresiones. Estaba encantada con esta experiencia que decía era única en el mundo. Según nos dijo Cristina Suaña, el boca-oreja funcionaba muy bien y cada huésped envía  nuevos clientes. Los más asiduos son los holandeses y los suizos. El Hotel tiene una capacidad de 6 habitaciones y servicio de barca-totora permanente que comunica las islas con Puno en unos 15 minutos .  Hicimos algunas compras porque la artesanía, sobretodo de telas, tapices y pequeñas alfombras era muy vistosa y algo naif.

El marido de Cristina nos llevó en su totora – de dos pisos - hasta la isla-Escuela donde los niños nos recibieron cantando. Se les notaba felices y creativos. Todos nos enseñaban sus dibujos para poder “venderlos “. Tienen una buena costumbre: nunca piden ni reciben dinero si no es a cambio de algo que han elaborado. Cierto es que vendieron todos sus dibujos y se sentían satisfechos de sus ventas.  ¡Abajo podéis ver mi compra ¡  

Dibujo hecho por Daniel Lujano Tijana, de 6 años.
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A nuestro paso salían a saludarnos desde cada una de las islas. Y se les veia orgullosos mostrarnos sus islotes,  sus familias y   sus totoras.

Regresamos al hotel en cuyo jardín estaba el embarcadero. Era hora de comer y de descansar porque la altura hacia ya sus efectos en nuestro organismo. Por la tarde había una excursión a  SILLUSTANI – a 34 kms al interior - lugar famoso por las torres funerarias circulares, denominadas chulpas que pueden alcanzar hasta 12 metros de altura. En su interior se guardaban los cuerpos momificados  y colocados en posición fetal.
  
Ancianos de la Isla Taquile
La otra excursión era a TAQUILE – a 45 kms de navegación lago adentro -  una pequeña isla  donde viven 350 familias de habla quechua. Lo mas curioso es que desde el muelle hasta el pueblo hay que subir (y bajar) 545 escaleras. Todos los pesos se transportan  a mano pues en esa isla no hay coches, ni llamas.  La vestimenta de sus habitantes es un tanto curiosa: lo hombres solteros llevan capas rojas y blancas; los casados solo rojas. Las mujeres casadas llevan borlas rojas en sus faldas superpuestas de paño y las solteras las llevan de varios colores. 

Nos habían recomendado la visita de JULI a tan solo 80 kms hacia el sur de Puno. Pero fue imposible porque se tardaba bastante en llegar y ya tarde,  el regreso se hacia de noche. Juli es conocida por  sus 4 iglesias que – comenzadas por los dominicos- fueron terminadas por los jesuitas cuando estos se instalaron en la ciudad y la hicieron sede de su colegio de misiones. San Juan de Letrán, Santa Maria la Mayor (la Asunción), Santa Cruz de Jerusalén y San Pedro Mártir  han conseguido para Juli el sobrenombre de   “la pequeña Roma" de América.

Interior de la Iglesia de San Pedro Mártir. Catedral de Juli.


Aquella tarde fuimos hasta PUNO (San Carlos de Puno) en un taxi pedido al hotel. Es una pequeña ciudad de origen minero, auténtica capital de la zona peruana del lago. En la plaza central, Plaza a Armas, se levanta la catedral dedicada a la Mamita Candelaria, que merece una visita. Es interesante así mismo el Museo de Carlos Dreyer, un artista y coleccionista alemán que vivió en la región durante más de cincuenta años, donde se expone una excelente muestra de arte prehispánico y colonial, así como piezas de oro encontradas en una chulpa de Sillustani. Puno es la capital folclórica de Perú en razón a la mezcla de la cultura aymará del sur con la quechua del norte,  más la cultura española colonial. Se dice que existen más de 300 bailes y su mejor fiesta es la Candelaria, en febrero, que dura 18 días durante los cuales se baila con llamativos y vistosos trajes, hay desfiles y  procesiónes en honor de la Virgen.

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Catedral de Nuestra Señora de la Candelaria, en Puno


Un honrado taxista.- Como anécdota debo contar que aquella tarde, en Puno,  perdí el monedero.  Puse la denuncia en la Policía, con la convicción absoluta  de no volverlo a ver. Al regresar al hotel cual no sería nuestra sorpresa cuando el recepcionista, sonriente,  nos entregó la cartera. El  taxista, al encontrarlo en el suelo de su vehículo, lo había llevado personalmente al hotel donde horas antes nos había recogido.  No pude agradecérselo personalmente y darle una buena propina como me hubiera gustado. Conste aquí este detalle de honradez de un taxista anónimo.

Tras una agradable cena con todo el grupo, y un pequeño paseo por el jardín del hotel , bajo la noche alta y clara de Puno, nos despedimos del lago Titicaca. Al día siguiente nos aguardaba una apasionante aventura: partíamos hacia el Cañón del Colca, paisaje estremecedor y morada del mítico CONDOR. 

Texto: Julia Gómez Prieto
Fotos: Jorge Segovia, Julia Gómez Prieto y Wikipedia


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