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viernes, 26 de enero de 2018

Las Islas Azores 6. Los " Impérios " y la Gastronomía en Terceira


Recogemos en esta entrada otros dos aspectos interesantes de la Isla Terceira. Uno de ellos referido al rico patrimonio de la arquitectura popular religiosa, de gran y antigua tradición. El otro relacionado con un tema fundamental para el visitante, la sabrosa y variada  gastronomía isleña .

Los Impérios do Espirito Santo  

Imperio das Quatro Ribeiras, Praia da Vitória.


Al margen de la arquitectura de todo tipo que ya hemos explicado, si algo nos ha llamado la atención en las Azores y especialmente en Terceira, han sido los llamados “ Impérios do Espírito Santo “. Son unos pequeños edificios a modo de oratorios o  capillas de culto, coloridos, elegantes, de un cierto aire "naif", de raigambre popular, y sobre todo muy originales, porque resultan insólitos y tienen una tipología única en el panorama arquitectónico azoriano. Aparecen de improviso, principalmente en núcleos urbanos, en lugares estratégicos, como cruces o esquinas. 

Aunque los hay  en todas las islas del archipiélago, los más importantes y numerosos son los de Terceira,  con un total de 68 edificios que fueron construidos entre 1670 y 1998. Levantados, como se ve,  a lo largo de  tres  siglos y  hasta fechas bien recientes.

Por lo general, son edificios exentos, con una superficie de unos 30 metros cuadrados, escalinatas de acceso,  una puerta frontal y ventanas decoradas en todo su contorno,  terminando la construcción en arco apuntado, y sobre él la efigie del Espíritu Santo.  En su interior, el fondo se destina a un altar en escalones, muy decorado con flores y plantas, donde se expone la “ representación” del Espíritu Santo. A menudo junto al altar hay una especie de despensa donde guardar – durante los días de la feria- los alimentos para el festejo. 

Imperio dos Quatro Cantos en el Barrio Antiguo de Angra. Foto exploreterceira.com


En la parte alta oeste de Angra, en la esquina de las calles Recreio dos Artistas y Travessa do Moreira topamos con el primer "Império" que veíamos en la ciudad. Es el llamado Dos Quatro Cantos.  Nos encantó por su primoroso aspecto. 

En mi opinión el más bonito lo encontramos en Sao Sebastiao donde, casi al lado de la bella iglesia colonial del mismo nombre,  está uno de los " Impérios"   más encantadores de la isla. Tiene fama de ello y es del año 1918; pintado en tonos verdes. También al descender del Obelisco en Outeiro da Memoria,  en Angra, nos sale al paso el Imperio de Outeiro , el más antiguo de la isla, que data del año 1670.  

Cabe preguntarse cómo llegó a las Azores este culto popular del Espíritu Santo. Parece que fue la reina Santa Isabel de Portugal, hacia finales del siglo XIII,  y con la ayuda de los franciscanos, la que introdujo esta devoción en el Portugal continental. Más adelante, cuando llegaron los colonos al archipiélago,  la costumbre fue muy utilizada  como  estímulo de protección, debido al aislamiento que sentían los habitantes de estas islas en aquellos tiempos. Más tarde, esta devoción fue llevada a las colonias en América, sobre todo a Brasil. 

El Império en la villa de Sao Sebstiao, de primorosa decoración,  data de 1918


En la festividad del Espíritu Santo, tienen lugar importantes celebraciones. especialmente con dos ceremonias : las “ funçôes ” y los “ bodos ”; ambas en cierto modo relacionadas. Se dan limosnas a los necesitados y hay cantos y festejos muy interesantes desde el punto de vista etnográfico. Se distribuye pan y vino junto al " império ", mientras se expone la corona del Espíritu Santo. Con ofrendas, comida y música se cierra la celebración cada año.

Disfrutando de la buena mesa  

Ya hemos citado algunos de los mejores restaurantes de la ciudad de Angra como O Chico, el Beira Mar,  la Tasca das Tias ó  el Marcelino.  Sin olvidar el Rocha en Porto Judeu y el Beira Mar en Sao Mateus ( junto al Museo de las Ballenas ).

Además de las recetas tradicionales, en Terceira los placeres de la mesa incluyen lógicamente sabrosos platos cocinados con el pescado recién capturado en las aguas del entorno,  y la carne  tierna y sabrosa del ganado vacuno, que pasta plácidamente en los prados de la isla.  

Lapas al grill, un plato sencillo y delicioso


El pescado forma parte de la dieta habitual de los azorinos, del que se puede encontrar en el propio  mercado una amplia variedad: atún, congrio, pargo, sardina, pez espada, bocanegra, calamares... todos ellos  deliciosos cocinados a la brasa o a la plancha (grelhado). La  Caldeirada, plato contundente donde los haya, es frecuente en cualquier restaurante  de las Azores ( al igual que en Portugal ); también  el pulpo y el célebre bacalao que, en este caso, no es oriundo sino importado desde el continente.  

Mención aparte se merecen los crustáceos, moluscos y mariscos. Algo nunca visto son las "cracas", literalmente percebes, aunque el aspecto no tiene nada que ver con los que conocemos en. la Península. Este crustáceo también  vive en colonias, como nuestro percebe,  pero toma la apariencia de la roca en la que habita. Solo cuando se les abre un orificio se encuentra un delicioso manjar,  así que comerlo es toda una experiencia llena de paciencia, con recompensa. Nunca los habíamos visto, pero en Azores son  frecuentes en los restaurantes. Estupendas son también las lapas con arroz y los cabacos  un género de langosta, pero sin pinzas.  


La caldeirada de pescado, una especialidad azorina llena de color y sabor 

En cuanto a carnes , hay una gran variedad de platos elaborados con la "materia prima" de ese “ganado feliz” que se ve pastando en los prados insulares.  Un plato popular y autóctono, contundente, es la  Alcatra ó estofado de ternera con col, bacon y muchas especias que se cocina en una cazuela de barro. Es curioso el bitoque  o filete pequeño con un huevo encima. Del  embutido vernáculo sobresale la linguiça, especie mixta de salchicha y chorizo, generalmente de ave, servido con ñame, un tubérculo familia de la batata. 

Sobre quesos los hay frescos de cabra y el ya conocido " Queijo Vaquinha",  en la única industria  quesera de la isla. En dulces hay gran variedad,  pero los más conocidos son las “ Donas Amélias”, unos pastelitos deliciosos en los que se mezclan  la miel de caña y la canela, pasas  y cidras. También  los buñuelos que se solían hacer en los conventos. 

Dona Amélia, un delicioso dulce terceirense, toma su nombre de la última Reina de Portugal


Por lo que respecta a los vinos, destaca  el precioso “ vérdelho”  de Biscoitos, vino fresco afrutado o seco, y ligero, que acompaña perfectamente un plato de marisco o pescado;  y también el vino de “cheiro“, un tinto que es tradicional en los días de fiestas populares. Aunque no son locales, encontramos excelentes vinos portugueses continentales de las denominaciones  Dao, Douro, Alemtejo... sin olvidar los Oporto y los de Madeira..

Exposición de vinos locales en Praia da Vitoria


En fin, como se ve, hay donde elegir...y disfrutar.

sábado, 19 de agosto de 2017

Las Islas Azores 4. El Gran Tour de la Isla Terceira.




La Laguna de los Patos. Un área protegida en el centro de la Isla. Foto http://geocachingpt.com/



Partiendo de Angra se cuentan más de 20 parajes panorámicos excepcionales, que proporcionan un gran atractivo a la Vuelta de la isla, siguiendo siempre la Carretera  I – 1ª .  El tour completo de Terceira, que comprende unos 140 Km de recorrido y visitas, se puede realizar perfectamente en una sola  jornada. Pero cabe recordar que  en primavera y otoño  anochece más pronto que en verano, por lo que el tour debe de terminar hacia las 6 de la tarde. 


 Monte  Brasil, el inicio de la visita a Ia  Isla 

El Monte Brasil  está formado por los restos  de un cráter que quedó sumergido y después una erupción submarina lo elevó hasta los 1.000 metros de altura.  La elevación actual del monte es de 205 metros, que salvamos cómodamente en autobús. Aunque debe de ser muy gratificante y agradable paseo subirlo a pie, por las  boscosas laderas de vegetación, mientras se contempla las magníficas vistas sobre la bahía y la ciudad de Angra do Heroísmo. Desde el Museo de Angra, Sección Militar que ya hemos visitado, sale un camino directo a la fortaleza. 

El Monte Brasil está rodeado por cuatro pequeñas colinas y forma una península que cubre unas 63 has. de terreno, incluyendo dos islotes. Uno de ellos, el Ilhéu das Cabras ha sido declarado Reserva Natural. 

Hoy en día  alberga el cuartel del Regimiento de la Guarnición nº 1 (RG1) ó  Regimiento de Angra do Heroísmo. 


Vista de conjunto del Monte Brasil con el Fuerte y sus instalaciones militares. Al fondo el Cráter. 


La parte exterior recuerda a a una fortaleza de tipo Vauban, con un pórtico principal, un puente de dos arcos, los torreones y buen sistema de fosos.  En él se sitúan las baterías antiaéreas y una zona militar, conocida como Castelo de São João Baptista o simplemente Fortaleza do Monte Brasil. Fue mandado construir por Felipe II de España y  es una de las más imponentes fortalezas portuguesas de los siglos XVI y XVII.  Ya en el interior, ascendiendo por la ladera,  se puede percibir el cráter que originó este monte. Y desde el mar se ven los acantilados formados por lavas. Todo el conjunto es magnífico.

De Angra a Sao Sebastiao

Para iniciar la vuelta a Terceira, enfilamos la Carretera  I -1ª, y salimos en dirección este, recorriendo la isla en sentido inverso a las agujas de un reloj. 

Sao Sebastiao es una villa pequeña, bastante cercana a la costa donde en 1581 tuvo lugar la batalla entre los azorianos y las fuerzas españolas que querían desembarcar en Terceira. Lo más importante de Sao Sebastiao es su iglesia, el templo más antiguo de toda la isla.  Fue construida por los primeros pobladores, entre los siglos XV y XVI; es de inspiración gótica, y de ella  destacan  la portada con varios arcos de decoración vegetal y la bóveda de su capilla. A mí me recordó al estilo de algunas iglesias coloniales de Puerto Rico. 


Sao Sebastiao. Iglesia parroquial. Siglos XV - XVI. Foto https://plus.google.com/+PauloMoreira62 


Casi al lado está uno de los " Imperios", los oratorios o  capillas urbanas dedicadas al Espíritu Santo, más bonitos de Terceira. Y en la pequeña plaza un monumento a la batalla de Salga contra  la armada española. 

De Sao Sebastiao a Praia da Vitoria

Tomamos la dirección norte para subir hasta el Mirador de Penedinhos desde donde se contempla a placer la gran extensión de la Serra do Cume. 

Mirador da Serra do Cume. La vista desde el citado mirador a 545 metros de altura, abarca el  antiguo e inmenso cráter volcánico, ya desgastado,  que actualmente es un enorme prado, lleno de cultivos y verdes  pastos, donde se  alimentan  manadas de vacas felices. Desde allí se divisa la más completa panorámica del municipio de Praia da Vitória: del lado este, la bahía y la planicie de Lajes, y al oeste, una vasta  área del interior de la isla con sus típicos cerrados o muros delimitadores hechos de piedra y hortensias. El viento, en esta altura, azota con fuerza casi siempre. Pero la vista es espectacular,  para no olvidar nunca.


Espectacular mirador de la Sierra do Cume. 


Tomamos la dirección hacia Praia da Vitoria pero antes, por Ribeira Seca, atravesamos  por  Fonte do Bastardo. Nos saludan al paso un Imperio fechado en 1918 y hermosas casas antiguas rurales de piedra. 

Nos acercamos al  Miradouro do Facho, el Mirador de la Sierra de Facho, desde donde podemos apreciar la panorámica  sobre la ciudad, la bahía, el litoral y, al fondo,  las montañas de la Serra do Cume. 

Praia da Vitoria 

Situada a unos 20 Km de Angra,  Praia fue fundada en 1456 como Vila da Praia. Es la segunda ciudad de Terceira, después de Angra,  y está asentada en el noreste insular. Fue capital de la isla tan solo durante 20 años. Curiosamente, como bien indica su nombre, alberga la única y hermosa playa de arena de la isla, y  por ello es una estación balnearia. La utilizan mucho los turistas ingleses y  los americanos,  por su cercanía a la Base Aérea de Lajes. Tiene también un pequeño puerto comercial y otro deportivo, más un muelle para recibir ocasionales cruceros, así como un agradable paseo marítimo.


Praia da Vitoria. Vista general.



Cuenta con varios hoteles modernos de “ playa”  y aunque sufrió grandes daños por el terremoto de 1980 se ha reconstruido bien y mantiene un trazado agradable con una gran rua central peatonal y buenos comercios Es una población pequeña con un núcleo histórico antiguo interesante donde se conservan  bellas construcciones de los siglos XVIII y XIX, como el Ayuntamiento con escalinata doble. 

Iglesia de la Santa Cruz. Estilo manuelino. Foto http://discoverportugal2day.com/


Pero sus iglesias son más antiguas, como la iglesia de la Santa Cruz que fue fundada por el beneficiado Jácome de Bruges y se remonta al siglo XV. Situada en la parte alta de la ciudad, tiene un portal gótico  y un precioso pórtico lateral de estilo manuelino del siglo XVI. En su interior conserva valiosas piezas de arte sacro, loza y porcelanas. 


Iglesia del Santo Cristo, del s. XVI. Incendiada y reedificada en 1824. Foto David Stanley flickr.com 


Descendiendo por la rua Misericordia encontraremos una iglesia curiosa, la del Santo Cristo,  que posee dos capillas mayores duplicadas. 

Un bonito edificio del siglo XVIII, con gran balcón corrido, es la “ Casa das Tías “  que recuerda la figura del poeta, escritor e intelectual  Vitorino Nemésio , hijo ilustre de Praia, que fuera director de la Facultad de Letras de Lisboa, y miembro de la Academia de las Ciencias de Lisboa. 


Casa das Tias.  Monumento al escritor  Vitorino Nemesio ( 1901-1978 ). Foto wikipedia.org 

Merece la pena dar un paseo por la playa y por la ciudad. Recomendada la rua de Jesús. Buenas tiendas y bonitas casas y pavimento. Nos habían aconsejado comer en el restaurante “ O Pescador”. Y fue una buena elección. Magníficos mariscos y pescados,  y  estupenda carne. 

De Praia da Vitoria a Biscoitos 

Por la tarde, tras el almuerzo, partimos hacia la costa norte de la isla. El primer punto de interés que encontramos es   la Base Aérea de Lajes, a unos 4 Km de Praia. Nació como aeropuerto civil en 1941 y era fundamental su localización estratégica en medio del Atlántico. Se convirtió en Base Aérea de los Estados Unidos, poco después,  en 1942-43. Y se hizo famosa más recientemente,  por la llamada "Cumbre de las Azores" , en la que los presidentes Bush, Blair, Durao Barroso y Aznar anunciaron el ultimátum a Sadam Hussein, Durante la “Guerra Fría”, esta base de Lajes llegó a contar con 5.000 efectivos.  Hoy es un moderno aeropuerto  enfocado especialmente  a la carga y al turismo. 

La carretera I-1ª sigue recorriendo la zona norte de la Isla, dejando a su derecha la costa acantilada, bastante batida por el mar y con formaciones volcánicas singulares, como las frecuentes  coladas de lava y los farallones de basalto. Algún mirador permite disfrutar a placer de este paisaje singular. Y no olvidemos los " Imperios" dedicados al culto del Espíritu Santo, los oratorios urbanos de una arquitectura singular, casi "naive", siempre encantadora, que aparecen por doquier. 

Pasamos por Vila Nova y Quatro Ribeiras hasta alcanzar la villa de Biscoitos


Farallones de lavas volcánicas en el litoral. Biscoitos. Fotojalvarezg@CC


Biscoitos es famosa por las Piscinas Naturales, formaciones de   las coladas de  lava, batidas por el mar. También por los farallones de lavas en el litoral  y de las vides en tierra de lava volcánica, dispuestas en “curraletas” y  rodeadas por muretes de piedras. Es  algo que nos recordó muchísimo a la forma de cultivar las vides de Lanzarote, una de las Islas Canarias españolas. 

Lo más interesante de Biscoitos es el Museo del Vino instalado en una antigua bodega, donde aún se produce el consagrado “ verdelho”. Nos ilustra la exposición las diversas fases de la producción del vino, desde las vides hasta el lagar y el almacenaje en  barricas de madera. Rodea la casa-museo  una muestra de tipos de vides y sus cultivos. Este Museo es privado y su fundó en 1990, en la Casa Agrícola de  Francisco María Brum, personaje que ha sabido guardar en este espacio museológico todo  un conjunto de instrumentos, fotografías y documentos referentes al vino,  la vendimia y a su familia.  En este museo está instalada la sede de la Cofradía del Vino Verdelho dos Biscoitos, instituida en 1993, con el fin de divulgar y preservar la cualidad de este vino, único en Terceira, así como de otros vinos producidos en Azores. La visita resultó agradable e instructiva. 

De Biscoitos a Angra

La costa del noroeste es la menos poblada de la isla. También quizás la de menor interés. Por esta razón el regreso hacia Angra desde el norte,  lo acortamos por el interior, dejando la carretera costera. 

Desde la Punta do Queimado se disfruta de una hermosa vista de la isla Graciosa.  


Vides en curraletas . Biscoitos. 


Tomamos la Carretera  III – 1ª para descender hacia la costa sur, cruzando la región de Serra de Santa Bárbara, incluyendo la Caldeira de Santa Bárbara, los Misterios Negros y sus lagos. Todos forman las 1.100 hectáreas de la reserva forestal llamada Florestal Natural da Serra de Santa Bárbara e Misterios Negros, declarada así por su alto valor botánico, científico y escénico. 

La Lagoa das Patas, Laguna de los Patos, se encuentra en medio de una zona boscosa, poblada del árbol más abundante en el centro de la isla: la criptomera japónica, y en el centro de un área de picnic.  Es un lugar de serena belleza y agradable silencio, solo perturbado por el canto de las aves. La laguna está poblada por diversos tipos de ánades, familias de palmípedos que nadan plácidamente entre los nenúfares de sus aguas. 

La próxima parada nos lleva a la Fábrica " Queijo Vaquinha",  la única industria quesera de la isla, que cuenta con un pequeño restaurante anexo,  donde nos ofrecieron una pequeña y variada degustación de su sabroso producto, con posibilidad de compra.  


La costa de Altares desde Biscoito. Al fondo la Isla do Pico.


Al salir de Vaquinha,  ya va  cayendo la tarde y tras un día muy intenso, proseguimos directamente hacia Angra. Nuestra intención para uno de los próximos días,  es alquilar un coche y descubrir esta costa oeste por nuestra cuenta. Y desde luego comer  en Sao Mateus, donde se encuentra una de los más populares restaurantes de la isla y donde visitaremos, en su puerto, el pequeño y curioso Museo de las Ballenas. Hasta entonces.


miércoles, 17 de mayo de 2017

Las Islas Azores 2. La verde Terceira








De las 9 islas que forman el archipiélago, esta fue la tercera en ser descubierta por los portugueses. Y ya se quedó para siempre con ese nombre: Terceira. 

De forma más bien elíptica, tiene unos 380 km2 de superficie y unas dimensiones máximas de 29 kms de este a oeste y 17,5 kms de norte a sur. Sin apenas montañas, solo aparecen algunas elevaciones en su parte central,  no más de 800 metros de altitud, y es de un paisaje suave y sobre todo muy verde. 

Es la mayor de las 5 islas de la zona central azoreana  y su capital Angra do Heroísmo es oficiosamente también la capital del Archipiélago.  Hacia 1460 Terceira fue repoblada por emigrantes portugueses que aprovecharon las zonas más favorables  de costa,  para ubicar puertos estratégicos y núcleos iniciales de población. Estos fondeaderos primarios fueron dos: Angra,  rada natural en la costa sur, protegida por el Monte Brasil y Praia,  en una zona baja de la costa este, que tiene la única playa de cierta amplitud de toda la isla. 

Por su situación oceánica, y por los vientos y corrientes atlánticas, Terceira era paso obligado de las naves que regresaban de Indias,  abasteciendo y reparando a las flotas. A menudo también repostaban allí los galeones españoles que traían las riquezas de América. 

Grabado de Jan Huygen van Linschoten mostrando  Terceira en 1589, con Angra  en primer plano


Como suele suceder, después de la prosperidad llegó la crisis, con el dominio español a partir de 1583. Y sus aguas se infestaron de corsarios ingleses que esperaban el regreso de las flotas americanas. Con el retorno de la monarquía portuguesa al trono en 1641, y los avances de las técnicas de navegación,  las naves irán directamente a Lisboa, sin escalas intermedias, lo que  afectará  a la economía insular. 

En el siglo XVIII, los terceirenses comenzaron a emigrar a América sobre todo a Brasil; pero también a los Estados Unidos. La isla fue protagonista en las luchas entre absolutistas y liberales, defendiendo siempre las ideas y estrategias de estos últimos. Y ya comentamos en el capítulo anterior,  cómo  Terceira  tuvo protagonismo la durante la II Guerra Mundial. Y ya en la posguerra fue lugar de encuentro de personalidades políticas de nivel mundial. 

En enero de  1980, la isla sufrió una fuerte sacudida sísmica de 7,4º en la Escala de Richter. Solo fueron unos 20 segundos, pero la destrucción fue muy importante. 



Detalle de fachadas en Angra do Heroismo

Visitando la Isla Terceira 



La mayorista Portugal Tours  ofrece viajes desde España a la isla Terceira, en   vuelo directo de la compañía azorense SATA, tanto desde Madrid como de Barcelona, en modernos aviones Airbus A320.  

En menos de 3 horas aterrizábamos en  el excelente Aeropuerto de Lajes,  que comparte los vuelos regulares civiles  con los militares de  la Base Aérea que EE. UU y Portugal mantienen  en las Azores. Precisamente aquí  tuvo lugar la famosa   “ Foto de Las Azores “ antes de la Guerra de Irak, un 16 de Marzo de 2003. 

En 15 minutos estábamos ya en Angra do Heroísmo, la capital de Terceira que está unida al aeropuerto por una moderna autopista. Nuestro hotel Angra Azores es un establecimiento clásico pero bien remodelado,  que además tiene dos grandes ventajas: está junto al Ayuntamiento, en pleno centro de la ciudad y además disfruta, en su parte posterior,  de un Jardín Botánico público espléndido. Es por ello recomendable solicitar habitaciones que den sobre este Jardín. 


Un Plan de visita 





Una semana de estancia en Terceira da para mucho y nosotros la planificamos así: 
  • Dos paseos por la ciudad de Angra, al este y al oeste.  En cada paseo encontraremos museos e iglesias interesantes, y hay que prever un  tiempo de visita. 
  • Una ruta alrededor de la Isla  de unos 140 Km  que da para un aprovechado día incluyendo una  buena comida. 
  • Visita de las zonas volcánicas del interior y bajada a la costa oeste para degustar el mejor pescado. 
  • Un paseo en barco para ver Cetáceos  y/o circunvalar la Isla de Cabras. 
Para los más dinámicos hay muchas Actividades en Naturaleza, incluyendo Buceo y Senderismo.

Hay que tener en cuenta, además,  que en las Azores el horario comercial es muy distinto al español. Las tiendas cierran sobre las doce y media  porque la una es  la hora habitual del almuerzo. Por la tarde el comercio cierra sobre las 6 y aparte de algunos cafés, apenas  hay bares para salir de copas. 


 Angra do Heroismo 

Un poco de historia

El lugar elegido por los primeros pobladores fue una cresta de colinas, que se abría, en anfiteatro, sobre dos bahías, separadas por el volcán extinto del Monte Brasil. Una de ellas, la denominada "angra", tenía profundidad para el anclaje de embarcaciones de mayor tonelaje. Angra creció rápidamente, y  fue la primera población del archipiélago  elevada a la condición de ciudad con jurisdicción sobre todas las islas del archipiélago de las Azores. 


Las razones de este vigoroso progreso se debieron a la importancia de su puerto como escala de la llamada Carrera de Indias, centrada en la prestación de servicios de abastecimiento y reaparición de las embarcaciones cargadas de mercancías y de valores. Posteriormente,  los galeones españoles cargados de oro y plata, provenientes de las Indias Occidentales, en una ruta que se extendía de Cartagena de Indias, pasaba por Puerto Rico y Angra, y alcanzaba Sevilla. Para defender  este tráfico de la piratería se levantaron las fortificaciones que cierran la bahía: el llamado Castelo de São Sebastião y el de San Juan Bautista. 


Vista de la zona histórica de Angra, la bahía y Monte Brasil


En la Crisis de sucesión de 1580 la Isla Terceira resistió al dominio español,  apoyando a Antonio I de Portugal que estableció en Angra su gobierno durante dos años hasta la conquista de la Isla por las tropas de Felipe II. Posteriormente Angra es nombrada  capital de la Provincia de las Azores, sede del Gobierno general y en residencia de los Capitanes generales de 1766 hasta 1832. 

En el siglo XIX, Angra se convertirá  en centro y alma del movimiento liberal en Portugal. En 1837 recibiría el título de "muy noble, leal y siempre constante ciudad de Angra do Heroísmo". Charles Darwin hizo escala en Angra en su viaje científico hacia América, a bordo del "HMS Beagle", y recorrió  a caballo toda  la isla.

Con el terremoto de 1980 el 70 % de la ciudad de Angra do Heroismo quedó derruida. La reconstrucción siguió criterios muy estrictos y hoy la ciudad parece nueva, pero conservando íntegramente el estilo de época. Su Casco Histórico es Patrimonio de la Humanidad desde 1983 y es una delicia visitarlo. 

Sus calles están empedradas con adoquinado oscuro, alternado con figuras geométricas en blanco, que prestan un aspecto muy elegante a los pavimentos. Las casas son de una o máximo dos alturas,  blancas y refinadas con vanos de cantería, portalones de piedra gris  y balcones corridos  de hierro forjado.  Las calles discurren en ascenso y descenso desde las colinas periféricas hasta el puerto. Un precioso ejemplo de arquitectura urbana de siglos pasados,  que a mi me recordaba a otra bella ciudad colonial de Brasil: Ouro Preto, también Patrimonio de la Humanidad,  gemela en forma y en fondo de Angra. 



Visitando Angra do Heroismo



La mejor manera de conocer y disfrutar de Angra es un paseo a pie.  Y mejor si lo hacemos en dos veces. Con tranquilidad y curiosidad descubriremos el alma y el encanto de la ciudad. Paseando por sus rúas encontraremos curiosos rincones, cafés, o inmejorables restaurantes, sencillos pero de apetitosa comida. 


Plano General de Angra


Saliendo de la Praça Velha, la Plaza Vieja, el corazón de la ciudad,  tomamos la Rua Direita que desciende directamente hasta el puerto. Ambas, Plaza y Rua,  concentraban las actividades comerciales de la ciudad hasta el siglo XVIII. Hoy exhiben  edificios solariegos, buenas tiendas, la oficina de turismo y agradables establecimientos –  Maça Verde por ejemplo – donde tomar un estupendo café con pastas artesanas y tartas. 


Plano del Centro Histórico


Al fondo, la Plaza de la Alfandega  o de la Aduana ya en el siglo XV,   asoma un mirador sobre el pequeño puerto, presidido por una bella escultura del navegante portugués Vasco de Gama, marchando en actitud decidida,  la figura elegante y airosa, cual si acabara de desembarcar y se encaminara hacia la Rúa Direita. 


Monumento a Vasco de Gama junto al puerto de Angra do Heroismo. Foto EGE


La antigua Alfandega, la  Aduana,  se levanta sobre el muelle. Un gran balcón y el  escudo de Portugal sobre la fachada, dan carácter a este noble edificio. Una parte no fue reconstruida por dentro tras el seísmo de 1981, manteniéndose solamente la fachada. Sus ventanas tapiadas exhiben copias de conocidas obras de Botero y Frida Khalo.  Una buena solución estética al destrozo  del terremoto. 

Justo al lado se encuentra la iglesia de la Misericordia, con su gran fachada azul frente al puerto y el océano. Es un templo imponente que se levantó en el siglo XVIII sobre un antiguo hospital. Su bello interior y obras de arte merecen una atenta visita que suele ser guiada por una voluntaria  del obispado. 



Iglesia de la Misericordia 


Podemos seguir por las calles adyacentes en dirección oeste –  calle de San Juan,  de las Salinas – etc., donde abundan las  buenas tiendas y algunos de los mejores restaurantes de la ciudad como O Chico , Beira Mar,  Tasca das Tias ó Marcelino.  

Ascendiendo de nuevo,  se desemboca en la Rúa da Se, de  la Seo, donde se levanta  la Catedral de Angra . El nombre autentico de esta catedral es Iglesia del Santísimo Salvador da Sé, y es el mayor templo del archipiélago. Fue mandada construir  hacia 1460 por  Enrique el Navegante,  a la sazón cardenal y futuro rey de Portugal. No se terminó hasta el siglo XVI y ha pasado desde entonces por  diversas vicisitudes adversas,  como el robos de su plata, el fundido de sus campanas,  un gran seísmo en 1980 y un incendio en 1984.


Vista de la Sé o Catedral de Angra do Heroismo


Hubo de ser reconstruida  y actualmente aun conserva un pequeño Museo  y unos bellos azulejos  policromados del siglo XVII, típicamente portugueses. Una amplia escalinata da acceso al templo desde la Rúa da Se y una estatua de Juan Pablo II conmemora, en el exterior,  su visita a las Azores en los años 90. 

Saliendo  por el atrio catedralicio y tomando hacia la izquierda por la rúa Carreira dos Cavalos se llega hasta el Palacio Bettencourt,  antigua Biblioteca y actual Archivo Regional. Con una arquitectura barroca de principios del XVIII, tiene un bello pórtico labrado en piedra que la forman dos columnas salomónicas  coronadas de capiteles compuestos y rematada por un arquitrabe. Sobre el está el escudo y las armas  de la familia. 

Arquitectura popular en la capital de la Isla Terceira. Foto EGE 


Justo enfrente está el antiguo Palacio Episcopal, noble edificio que hoy alberga la Dirección Regional de  Educación y Cultura. En este palacio se reunieron en Diciembre de 1971 los presidentes de Francia, George Pompidou y de Estados Unidos, Richard Nixon.   

Aconsejo continuar por esta rúa da Rocha hasta llegar al Mirador natural sobre la bahía de Angra,  el Puerto y los Jardines de Porto Real. Desde allí la  vista es total sobre esta ensenada en la que antaño y durante siglos, anclaron naves y galeones.  Hoy destaca la pequeña playa y al lado el puerto deportivo. La vista se cierra con dos Fortalezas que defendían la entrada al puerto;  por el  lado izquierdo  la pequeña de San Sebastián y por el derecho la mole del Monte Brasil con su castillo de  San Juan Bautista en su parte inferior. 

El paseo por este mirador nos lleva en ascenso hasta  el Largo de Boa Nova.  Estamos en una parte alta de la ciudad y todas las rúas que la conforman, la de Jesús,  de los Canos Verdes y  de los Artistas,  eran antiguamente  zonas residenciales de comerciantes y artesanos. Merece una atenta visita el Museo de Angra, Sección Militar,  que muestra un buena parte de su historia. Allí están los restos del Hospital militar más antiguo del mundo con una sencilla ermita, ambos del siglo XVI. 


Convento de San Gonzalo. Claustro


Aun no hemos salido de la zona cuando topamos con el  Convento e Iglesia de San Gonzalo, que debe visitarse imperativamente. No solo porque fue el primer convento que se construyó en Angra , en 1542 para las Monjas Clarisas, sino porque es una joya en sí mismo. Respetando los horarios, una amable religiosa hace de guía explicativa del interior,  que es lo verdaderamente importante del edificio. Hoy el antiguo convento es una residencia para mujeres ancianas. 

Convento de San Gonzalo. Iglesia.


Frente al sencillo y austero exterior, la iglesia sorprende por la riqueza de la decoración que puso el rey Joao V  en el s. XVIII. La mitad inferior de los muros están cubiertos de paneles historiados de  fantásticos azulejos azules portugueses;  mientras las superiores y el techado abundan en decoración de madera dorada y grandes cuadros pictóricos.  La capilla mayor tiene una curiosa reja  circular  y un gran crucifijo  de posible origen americano  está revestido de plata. El Coro es aun más original. Una sillería coral de madera decorada con pinturas  de estilo fantástico medieval y sobre todo un bellísimo Órgano del siglo XVIII que está exento; así como los altares de Sao Gonçalo  y de la Conceiçao ,ambos dorados y del siglo XVII. 

Desde aquí y para quien se encuentre con fuerzas,  merece la pena realizar un ascenso a pie hasta lo alto del imponente Monte Brasil a través de senderos. Las vistas sobre Angra y la costa circundante son impresionantes.

Aquí terminaba nuestro primer paseo Ya era hora de volver al hotel y descansar del arduo paseo por  las ruas empredradas de esta interesante ciudad.