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viernes, 8 de mayo de 2015

Badajoz V. Llerena, Medellín y Gastronomía



Medellin. Vista panorámica. Foto espanafascinante.com

Proseguíamos nuestra intensa jornada de descubrimiento del sur de la provincia de Badajoz, tras la visita a Zafra, Burguillos del Cerro y Jerez de los Caballeros.

El prodigio del Cerdo Ibérico


Llegada la hora de comer, la idea era conocer las diferentes carnes del Cerdo Ibérico, la noble raza porcina orgullo de esta tierra. La degustación  se hizo en las afueras de  Higuera la Real, en una elegante finca de campo, en cuyo Mesón  El Quejigo,  nos mimaron debidamente.




Todo comenzó con una degustación y demostración de corte del Jamón Ibérico de producción local. Era un prodigio poder apreciar de cerca, el arte con el que el maestro cortador  iba separando en finas lonchas y con suma destreza el hermoso pernil.  El sabor, sencillamente sublime.


Higuera la Real. CICI Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico. Foto reinadecorazones.es


Aun nos acordábamos de la memorable degustación,  cuando tras el almuerzo, también en Higuera la Real,  llegamos al C.I.C.I., Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico. Curiosa  presentación didáctica, ubicada en la planta superior del Centro  Cultural Claustro de los Jesuitas. Con unos estupendos  murales y apoyo audiovisual, la visita fue toda una lección magistral sobre el origen,  la genética,  el habitat, la cría, la producción y el consumo de  ese "ser  milagroso", que es el cerdo ibérico,  parte esencial de nuestro  modo tradicional de vida y del ámbito natural de las Dehesas extremeñas. Recomendamos vivamente la visita  a este centro. 


Una Bodega en la Ruta del Vino Ribera del Guadiana

 



Y ya de regreso hacia Mérida,  hicimos una parada en las   Bodegas Martínez Payva,  situadas  en las afueras de Almendralejo. Fue el propio Presidente de la Bodega, Alejandro Martínez Payva, quien nos guió  en nuestra visita.

Bodegas Martínez Payva es una empresa familiar, con una larga tradición de más de cinco generaciones, cultivando la vid y elaborando vinos, y  es una de las bodegas con mayor solera y tradición en la Ruta del Vino Ribera del Guadiana.   Ofrecen propuestas  enoturísticas  de gran calidad,  organizando  experiencias como la  visita guiada combinada  con una degustación de vinos;  catas con maridaje,   celebraciones de eventos, etc..  


Bodega Martínez Payva. Foto rutadelvinoriberadelguadiana.com
 

La visita finalizó con una cata de la producción más reciente: un magnífico vino blanco Cayetana, fresco y afrutado, producido con la variedad local cayetana blanca,  y un excelente vino tinto Doña Francisquita,  intenso y aromático, elaborado con uva tempranillo.



Por los Santos de Maimona hasta Llerena


El sábado era la última jornada del Congreso de FEPET y la mañana se dedicó a un buen paseo por  Mérida, la Emérita Augusta de los romanos,  recorriendo especialmente  el Museo de Arte Romano, el Teatro y el Anfiteatro.  Como es una ciudad tan única y especial  le hemos dedicado  su propio reportaje aparte, en esta serie dedicada a Badajoz.   Ver http://turismoyrutas.blogspot.com.es/2015/05/badajoz-iii-merida-la-roma-de-hispania.html

Bajando hacia el sur de la provincia de Badajoz , nos esperaban en Los Santos de Maimona. Ya en la comarca de Tierra de Barros es un núcleo llano, próspero y desarrollado, de carácter eminentemente rural, en el que proliferan las bodegas y otras industrias y actividades relacionadas con la economía agraria,  que constituye la base principal de su economía .  Otro pueblo blanco e impoluto,  en cuyo restaurante “ Las Barandas “, nos aplicamos a un menú degustación  de la mejor clase y con original  presentación.


"Las Barandas". Un modelo de gastronomía extremeña


El establecimiento está regentado por Manuel Gil Felipe,  un Chef  de gran experiencia y reconocida categoría en Extremadura. La cocina ha sido siempre su pasión y Las Barandas es la materialización de su sueño: poder ofrecer a sus comensales las recetas que durante años ha cosechado en las cocinas de media Extremadura. Manuel se ha interesado siempre por la investigación y la divulgación de la gastronomía, y en este proyecto le acompañan su esposa y sus hijos , Manuel y Fernando  que son  herederos directos del saber hacer de su padre.



Restaurante "Las Barandas". El Chef Manuel Gil y su esposa. Foto EGE


En el menú, los entrantes,  lógicamente,  a base de jamón ibérico, dos  excelentes quesos extremeños, torta de la Serena- oveja- , y de cabra de Santa Marta, una ensaladita de perdiz escabechada y los espárragos coronados de huevo escalfado con salsa de boletus. El plato principal,  de carne,  consistió en un solomillo en salsa de pimentón de la Vera. Y de postre, un original helado de la Serena, elaborado a base de aceite de Monterrubio, torta de la Serena y turrón de Castuera. Los vinos fueron,  los blancos 'dulce Eva' y 'solo Eva' de Los Santos, y un tinto  crianza de la zona de Matanegra. Todo con un servicio impecable. Al final hubo calurosos y merecidos aplausos para el chef y todo el equipo de cocineros y personal de sala que sirvieron el almuerzo. ¡Una autentica delicia ¡.



En Llerena, el Congreso de FEPET


Hospedería  Mirador de Llerena. Foto booking.com

Hacia media tarde llegamos a  Llerena. El alojamiento fue en la Hospedería “Mirador de Llerena”, un hotel con encanto instalado en una antigua Casona señorial. El hotel pertenece a la cadena hotelera Hospederías de Extremadura, gestionada por el gobierno extremeño.

La sesión del Congreso comenzó a las 7 en punto,  con unas palabras de bienvenida del Presidente de FEPET, Mariano Palacín, con un agradecimiento muy especial a la Diputación de Badajoz, patrocinadora y  organizadora  de este Congreso. Y muy especialmente a su Presidente, Valentín Cortés, que es también el Alcalde de Llerena. Asimismo el reconocimiento  a nuestro compañero en FEPET, Juan Pedro Plaza Caravantes, Gerente del Patronato de Turismo de Badajoz y alma de este Congreso.



Llerena. Congreso FEPET. Mesa Presidencial. Foto EGE


Francisco Rivero, Presidente de APETEX, nos dio un lección magistral sobre el “ Turismo en Extremadura “,  señalando todos y cada uno de los principales  atractivos turísticos, tanto naturales como monumentales; sin olvidar los gastronómicos y artesanales.

Un interesante debate puso fin a esta corta pero intensa sesión de trabajo , tras la cual hubo entrega de regalos entre la mesa presidencial. Antes de la Cena de Gala, Llerena merecía un paseo por sus monumentos iluminados.



Una visita nocturna a Llerena


Llerena es un blanca villa, con título de ciudad otorgado por el rey Felipe IV,   con una población de  unos 6.000 habitantes,   que siempre ha tenido mucha relación, por proximidad,  con Andalucía.

Situada a  mediana altura ( 640 ms),  sobre un costado de la Sierra de San  Miguel, fue en origen un emplazamiento romano , ocupado después por los musulmanes y amurallado, tras la Reconquista,  por la Orden de Santiago  en el siglo XIV. Su importancia se debe a haber sido residencia de los Maestres de la citada Orden y a su papel institucional como  sede del Tribunal  del Santo Oficio de la Inquisición,  desde donde dominaba 527 ciudades, villas y aldeas. 


Llerena. Iglesia de Nuestra Señora de la Granada. Foto EGE


Su estructura urbana tiene dos fases de ocupación: el núcleo originario de los siglos XIII y XIV y la expansión post medieval  de los siglo XV y XVI. Las murallas fueron edificadas al terminar la reconquista  y casi desaparecieron en el XIX  con la expansión de la ciudad.  Por otra parte en la Guerra de la Independencia , Llerena sufrió grandes destrozos y el expolio de muchas obras  de arte. Las dos  Desamortizaciones del siglo XIX  quitaron al municipio sus dehesas y la ciudad perdió seis conventos, quedando solo el de Santa Clara.  Aun así esta ciudad ofrece un legado artístico único y un patrimonio, herencia de la diversas culturas,  que la llevó a ser conocida como “la pequeña Atenas de Extremadura". Fue declarada como Conjunto Histórico Artístico el 29 de diciembre de 1966.  Su lema la define: “una Ciudad para vivirla”.


Llerena. Patio mudejar del Palacio Episcopal. Foto artistras.blogspot.com


La Plaza Mayor iluminada era una visión fantástica, porque los arcos encalados de la iglesia le daban un cierto  aspecto irreal. Esta gran plaza de unos 7.000 metros cuadrados es el auténtico centro urbano y tiene curiosas edificaciones enlazadas por dos detalles arquitectónicos que aglutinan sus edificios: los Soportales y los dos pisos de Galerías  sobre ellos. Vemos el Ayuntamiento que, aunque sencillo, tiene un bello patio interior. A su lado el Portal de Morales con arcos mudéjares en alfiz, donde vivió el gran pintor  Francisco de Zurbarán durante quince años, antes de trasladarse a Sevilla. Junto al portal esta la Fuente  de 1634 que fue diseñada por él.



Llerena. Monumento a Zurbarán. Foto extramadurapueblos.com


Todo un lado de la plaza está dominado por la iglesia de Nª Sª de la Granada y desde sus arcos exteriores se contemplaban las corridas de toros, los festejos populares y hasta los Autos de Fe.  También servía para el Mercado semanal. Cierra esta plaza la Casineta,  que ha sido desde panadería hasta cárcel. Durante este paseo nocturno, conocimos el Palacio Prioral / Episcopal,  con un precioso patio mudéjar y ahora convertido en Centro de Artesanía y Exposiciones; el Palacio Zapata, actuales Juzgados y antaño sede de la Inquisición; y la antigua iglesia de la Merced, iglesia de los Jesuitas, luego de los Mercedarios y ahora Casa de Cultura de la ciudad donde el  antiguo templo acoge una excelente Biblioteca. 


Llerena. Iglesia de la Merced. Biblioteca Municipal. Foto EGE
 

Llegados a ese punto, la noche y el fresco iban en aumento, y nos apresuramos a regresar al  Palacio de Doña Mariana. Esta Hospedería  es una bella casona  del siglo XIX con un bonito patio interior de columnas en hierro forjado. Allí se sirvió la Cena de Gala y de despedida. Con el buen recuerdo del paseo nocturno, nos retiramos pronto a descansar,  ya que al día siguiente salíamos de regreso a casa. Pero… aún había sorpresas.




MEDELLIN, una grata sorpresa.


A la sombra de su hermano mayor, el gran teatro de Mérida, el pequeño teatro romano de Medellín fue una agradable sorpresa en nuestra ruta de regreso. Esta pequeña ciudad, a medio camino entre Mérida y  Don Benito,  situada también a orillas del Guadiana, fue uno de los primeros municipios romanos de la península; su puente de aquella época y su teatro así lo atestiguan.  


Medellín. Teatro Romano y Castillo Medieval. Foto medellinhistoria.com
 

Fundada en el 78 a de C. por el cónsul Cecilio Metelo que le dio su nombre – Metellinum –, se aprovechó el desnivel del cerro junto al río, para instalar el teatro. El nacimiento y desarrollo de Mérida – Emerita Augusta – marcó su decadencia. Hubo un posterior saqueo por los visigodos y sus restos los aprovecharon los musulmanes que levantaron un gran castillo en la cima del alcor. Fue Fernando III el Santo quien conquistó Medellín en 1234 y cristianizó todo el pueblo, creando una iglesia dentro del castillo y algunas más en el núcleo urbano, junto con algunos conventos.

Con el paso del ejército napoleónico, Medellín sufrió grandes destrozos, pues  allí tuvo lugar una batalla el 29 de Marzo de 1809, que ganaron los franceses. La Guerra Civil  de 1936-39 fue otra etapa difícil para la ciudad. Hoy es un centro agrícola importante de las Vegas Altas del Guadiana.

Sus tres tesoros son el Castillo del siglo XIV, que se puede visitar,  aunque tras largo ascenso;  el Puente Romano sobre el Guadiana y el Teatro Romano del siglo I,  que se utiliza como complemento al de Mérida en los festivales anuales de Teatro Clásico. 


Hernán Cortes. Hijo ilustre de Medellín. Foto biografiasyvidas.com
 

El hijo más famoso de Medellín es Hernán Cortés, descubridor y conquistador de México,  que fue bautizado en San Martín y cuya estatua preside la Plaza Mayor. Nos  acompañan las abundantes cigüeñas que pueblan torres, almenas y hasta los postes de luz.


Despedida en Don Benito

 

La comida final, de despedida,  se sirvió en el Restaurante “ Taberna Sebastián”, de Don Benito, un establecimiento decorado en estilo rústico, ubicado en un polígono industrial, en el que la comida resultó muy recomendable.

Así terminaban tres días memorables, de descubrimiento y disfrute de las villas blancas del sur de Badajoz, con un historia casi común, un extraordinario patrimonio de gran valor y una gastronomía memorable. No es solamente el jamón ibérico o el vino excepcional, sino muchas más cosas las  que hay que degustar. ¡Prometemos volver ¡.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Badajoz IV. Tres Villas de Arte e Historia al sur del Guadiana

Jerez de los Caballeros. Vista panorámica. Foto jerezdeloscaballeeros.com

Nuestra ruta desde Mérida, nos conducía hacia la zona sur de la provincia de Badajoz. El plan era visitar tres núcleos, a cual más interesante, blancas y monumentales poblaciones cargadas de historia:  Zafra, Burguillos del Cerro y Jerez de los Caballeros.

 

Zafra


Llegamos a Zafra,  una villa de 16.500 habitantes, famosa por sus Ferias Agro Ganaderas, que celebra por San Juan y San Miguel. La primera  recrea un mercado del Siglo de Oro denominado “ De la Luna al Fuego “,  declarado de Interés  Turístico Regional. La de San Miguel, a finales de setiembre,  dura 10 días. El año pasado la visitaron  los Reyes de España , Felipe y Leticia, y recibe más de 500.000 visitantes y comerciantes.

Y es que Zafra es una pequeña ciudad de servicios,  con 15 hoteles ( muy famoso el Huerta Honda entre los taurinos) y más de 100 restaurantes y bares. Sin olvidar que cuenta con un Juzgado y un Hospital comarcal.



Zafra. Parador de Turismo. Foto Wikipedia


Es también una villa monumental que estuvo en tiempos amurallada, con cuatro puertas de acceso; la que da al lado sur  es la Puerta de  de Sevilla y por ella se accede  al casco histórico,  que cuenta con numerosas casonas y palacios, todos ellos habitados. Se mantiene en el interior, el Castillo gótico del s. XV, que tuvo nueve torreones, y fue propiedad de los Duques de Feria. Su  última dueña – la marquesa de Lerma – lo vendió al Estado, para transformarlo en el espléndido  Parador de Turismo actual. El patio interior, renacentista,  merece una visita.


Zafra. Claustro del Parador de Turismo. Foto EGE

Un poco más allá, se levanta el Palacio del Conde de la Corte, hoy  convertido en Hotel de lujo. Se asoma  a la plaza de Pilar Redondo, de forma triangular,  donde también se hallan el Ayuntamiento ( trasladado desde la Plaza Chica en 1881) y la Casa Azul, edificio casa-natal de la escritora Dulce Chacón.  Muy cerca  está la iglesia- colegiata  de la Candelaria del siglo XVI que llegó a tener Abad. De gran sencillez externa, su interior está muy decorado y sobre todo hay que destacar que  posee una buena colección de obras de  Zurbarán. 

Zafra. La Plaza Chica. Foto EGE
  
Entramos ya en la Zafra morisca,  donde encontramos la Casa del Agimez, del siglo XV y varias calles gremiales, entre ellas la de Botica. Y desde aquí accedemos a la Plaza  Chica, porticada, cuyos arcos son todos diferentes y algunos se sostienen sobre antiguos pilares romanos. En el lado renacentista de esta plaza  estuvo el edificio del Ayuntamiento, luego utilizado como Juzgado y Cárcel. Hoy es la Escuela de Música  

La Vara de Zafra. Foto pueblos-espana.org

En esta Plaza  Chica se celebraban desde 1380 los mercados semanales, por lo que allí estaba la oficina del Almotacén, funcionario encargado de revisar los pesos y medidas, y tenía grabada en el fuste de una columna la llamada Vara de Zafra, para que el cliente pudiese comprobar directamente la veracidad de la medida del género adquirido. En el Arquillo del Pan subsiste  todavía ese pilar,  con  la  "Vara de Medir “ castellana  de 83,5 cm.

Por este arquillo- único en España -  se pasa directamente a la Plaza Grande, también porticada,  pero del siglo XVI,  y cuyos arcos son igualmente diferentes. Nos recordó nuestra guía que alguna escena de la película “ Los Santos Inocentes “,  se había rodado aquí.


 

Zafra. La Plaza Grande. Foto EGE


No es de extrañar que Zafra, esta ciudad de aire medieval en la Ruta de la Plata, fuera seleccionada, por méritos propios, junto a otras 19 de Europa, para formar parte de la película documental Pueblos de Europa.

En su rica oferta gastronómica destacan las tapas y raciones, preparadas  exclusivamente con verduras, legumbres y pescados. Es decir, los sabores más típicos de Cuaresma,  a través de distintos platos elaborados sin carne.

Desde Zafra proseguimos nuestra ruta en dirección a Burguillos del Cerro


Burguillos del Cerro

Ya desde lejos, nuestra vista percibe el destacado cerro testigo que da nombre al lugar y sobre él, erguido, orgulloso, potente, el imponente castillo,  fortaleza templaria.

A nuestra llegada, nos recibió muy cordialmente Carmen Timón, la primera teniente de Alcalde, en ausencia del titular. Tuvimos la suerte de contar con un excelente guía, Apolonio Conde, Director de la Universidad Popular de Burguillos.


Burguillos del Cerro. Plaza y Castillo Templario. Foto EGE


Con sus 3.500 habitantes,  la historia de la villa  ha sido  muy interesante. Por aquí pasaron  diferentes  culturas:  prerromanas, romana, visigoda y árabe,  y de forma especial, ya en época cristiana, los Caballeros Templarios  hasta 1312.  Cada etapa histórica dejó su impronta y, por eso, su rico Casco Histórico ha sido catalogado como Bien de Interés Cultural.

Cuando Alfonso IX de León reconquistó el lugar, los Templarios se hicieron cargo de su defensa. Al desaparecer esta Orden, Burguillos pasó a manos de  la Corona y más tarde al Señorío de la Casa de Béjar. Como tal aparece  Burguillos mencionado en la dedicatoria a este noble, en la introducción al inmortal  " Don Quijote de la Mancha“.

También sufrió en época moderna. Así en 1640, la guerra con Portugal va a traer consigo el desastre económico y administrativo en toda la comarca, un período de peste, sequías y otras incidencias. El terremoto de Lisboa, en 1755, tuvo  graves efectos en toda la región.

El antiguo convento  de las Concepcionistas, del siglo XVI, fue desamortizado por el decreto Mendizábal en el  siglo XIX y se le dio distintos usos; como escuela, más tarde cuartel de la Guardia Civil, etc., hasta la actualidad, en  que alberga el Ayuntamiento. El antiguo refectorio es el  actual Salón de Plenos y  en el  primitivo claustro se han ubicado las oficinas municipales.


Burguillos del Cerro. Entrada al Castillo Templario. Foto turismoextremadura.com


El hermoso Castillo Templario se edificó sobre los restos de una alcazaba árabe y domina el panorama de Burguillos. A sus pies se extiende la población, que cuenta con un valioso patrimonio religioso. La Ermita de la Misericordia del s. XVI , la más antigua abierta al culto, se asoma a la Plaza Alta. Enfrente la antigua cárcel que antes fuera Casa del Corregidor.

Muy cerca el antiguo templo de Santa Maria de la Encina alberga un interesante Centro de Interpretación de la Arquitectura Popular Extremeña, con aperos y utensilios tradicionales de todo tipo, así como algunos restos de casas romanas, y una curiosa pieza de arquitectura visigótica, quizás una moldura, del siglo VI, que se ha conservado gracias a que fue reconvertida en su tiempo en una.... ¡pila de lavar ropa¡. 


Burguillos del Cerro. Iglesia de San Juan Bautista. Torre. Foto EGE


Seguimos subiendo por calles  donde  alternan casas  señoriales, con otras modestas de una sola planta. Por esta zona alta se instaló  hasta 1492, una comunidad  judía que era muy fuerte y de gran capacidad económica; no en vano eran los banqueros del Duque de Béjar.

Por la calle de San Juan ascendemos hasta la iglesia de San Juan Bautista,   que acoge el Centro de Interpretación de la Orden del Temple. Exposición muy interesante, didáctica, bien montada,  con excelentes paneles explicativos,  audiovisuales y soportes interactivos,  que  merece una detenida visita. Toda la historia de los Templarios desde sus inicios hasta su desaparición, sus ritos, sus mitos y sus misterios.



Burguillos del Cerro. Centro de Interpretación de la Orden del Temple. Foto EGE


Y aquí termina nuestra interesante visita a Burguillos del Cerro, que dejamos para seguir nuestra ruta  de los pueblos blancos del sur del Guadiana. Hermosas tierras verdes y frescas,  en esta temprana primavera. 


Jerez de los Caballeros


Y al fondo ligeramente elevada sobre un cerro, el blanco caserío de la histórica ciudad de Jerez de los Caballeros, sobre el que destacan las esbeltas y erguidas torres de sus iglesias, como vigilantes mástiles del entorno. Otra población con la impronta de las Órdenes Militares medievales como su nombre evoca y el castillo fortaleza lo atestigua .

El núcleo genético de Jerez ocupa los cimientos de una primitiva alcazaba  árabe, que posteriormente sustentara un castillo cristiano, con su recinto amurallado, todo ello sobre una loma de 500 metros de altitud. En su ladera y al amparo de la fortaleza, se fue asentando el caserío urbano  y expandiéndose por los  arrabales hacia la llanura. La villa, una vez reconquistada en el siglo XIII,  por las tropas leonesas del rey Alfonso IX,   fue cedida para su defensa y organización,  a los Caballeros Templarios,  y más tarde, desaparecidos éstos, en el siglo XIV,  a los  de la Orden de Santiago. A finales del siglo XV la población  ya contaba con más de 8.000 habitantes, lo que dio origen al trazado urbano actual .

Cuenta la villa con un importante Patrimonio  Monumental de casas señoriales, así como media docena de conventos, que nos recuerdan la pujanza económica de Jerez en época del emperador Carlos V, quien la elevó a rango de villa en 1525. Desde 1640, con la independencia  definitiva  de Portugal, Jerez de los Caballeros  comenzó su declive,  y su proximidad a la frontera portuguesa  la puso en peligro repetidas ocasiones, siendo la peor la del periodo  1706 – 1711, durante la Guerra de Sucesión española, en que fue asaltada e incendiada por las tropas portuguesas.


Jerez de los Caballeros. Torre de San Bartolomé. Foto EGE



Jerez es ciudad de altas y elegantes torres, que parecen competir entre sí, a cual más airosa,  como agujas catedralicias sobre la perspectiva urbana. Sin duda la más espectacular es la de la iglesia de San Bartolomé, patrón de Jerez, que se eleva a  casi 70 metros.  Es ostensible la influencia lusa que se empleó en su reedificación, en 1759,  pues la torre original se derrumbó con el terremoto de Lisboa de 1755. La estructura exterior del templo muestra elementos dispares como  granito, ladrillo, barro cocido y cerámica  y aunque parece recargada, considero que resulta, en conjunto, atractiva y armoniosa. No pudimos, por desgracia, visitar el interior,  que guarda interesantes elementos patrimoniales.  San Bartolomé está declarada como Bien de Interés Cultural y es sin duda la mejor iglesia de la villa.

Jerez de los Caballeros. Iglesia de San Bartolomé. Fachada. Foto EGE


Por contra si tuvimos ocasión de visitar  por dentro el templo de San Miguel,  en pleno centro urbano, Plaza de España. Parece que su construcción, gótica,  comenzó en el siglo XIV con la Orden de Santiago,  pasando posteriormente por la influencia de diferentes estilos hasta llegar al barroco. De esta época data el Altar Mayor y sobre todo la Torre, una cierta  imitación de la de San Bartolomé,  con menos cerámicas externas y de menor altura, pero también bella y esbelta.

Se accede del templo a la plaza por una doble escalinata que deben salvar “como pueden”,  los cofrades que sacan a hombros los pasos de la   famosa Semana Santa jerezana. ¡Todo un alarde de valor y de pericia¡. 



Jerez de los Caballeros. Descansando junto al nazareno. Escultura -  Homenaje a la Semana Santa. Foto EGE


Son numerosas las casas nobles y entre ellas la casa natal del más famoso hijo de la villa,  Vasco Núñez de Balboa  -  descubridor del Océano Pacifico  en 1513 -,   que  está situada en la calle de La Oliva. Ha sido totalmente restaurada, como un espacio dedicado  a las relaciones de Jerez con América, pues  hasta cuatro  conquistadores famosos salieron de Jerez hacia el nuevo continente. A comienzos del siglo XVI, Jerez era una rica ciudad renacentista, que llegó a enviar más de 170 personas a la conquista  y empresa de las Indias.

Vasco Núñez de Balboa. Descubridor del Océano Pacífico. Foto Wikipedia


Existe también en Jerez un Museo de Arte Sacro ubicado en el Palacio de la Vicaria, donde residió el Vicario General de la Orden de Santiago. 


En fin, Jerez de los Caballeros es  una bonita ciudad con mucho que descubrir,  y que invita a volver con más tiempo y más calma. Y  no queremos terminar esta crónica  sin enviar   un saludo muy especial a su joven y simpática alcaldesa Virginia Borrallo, que tuvo la amabilidad de saludar y acompañar a nuestro grupo durante una parte de la visita.


Jerez de los Caballeros. Grupo FEPET con la alcaldesa Virginia Borrallo. Foto EGE

sábado, 2 de mayo de 2015

Badajoz III. Mérida, la Roma de Hispania, Patrimonio de la Humanidad



Mérida. Teatro Romano. Foto Wikimedia Commons

Augusta Emerita, capital de la Lusitania


Mérida, capital de la Región de Extremadura, ha sido el punto de reunión y partida del Congreso de FEPET. Mérida es la sucesora de aquella gran colonia romana que fuera Augusta Emerita

Augusta Emerita fue una de las fundaciones más sobresalientes del Imperio Romano. Localizada en un cerro de 217 metros de altitud, en la margen derecha del río Guadiana, fue fundada por Publio Carisio en el año 25 a. de C. para albergar a los soldados veteranos eméritos (licenciados) de la Legión V Alaudae y la Legión X Gemina, una vez terminadas las Guerras Cántabras. ¿Quién no recuerda el comienzo de la película “ Gladiator “, cuando el general romano, Maximus Decimus Meridius, interpretado por el actor Russel Crowe, entra en su ciudad, Augusta Emerita , ya licenciado de su empleo militar?.

La propia situación refuerza su función histórica de metrópoli regional, ya que la colonia aprovecha un estrechamiento del río, controlando así el único puente que, durante siglos, permitirá vadear el Guadiana. En el año 15 a. de C. Augusta Emerita se convirtió en capital de la  Lusitania y por su importancia se la denominó “ la Roma de Hispania”

 Las Vías Romanas en Hispania. Hª de la Arquitectura Española. Tomo I. Ed. Planeta 1985

Obviamente su estructura urbana primigenia fue claramente romana, con un rectángulo de unos 400 x 700 metros, con dos vías principales que se cortaban en el Foro, lugar que hoy ocupa la Plaza de España o Plaza Mayor. La Vía Decumanus cruzaba la ciudad hasta el Puente sobre el Guadiana y el Cardo Máximum unía, en línea recta, las dos puertas de la ciudad. En total había 4 puertas que cerraban este recinto reticular, en el extremo de cada uno de los puntos cardinales.



Maqueta de Augusta Emerita. Museo de Arte Romano


El Teatro, el Anfiteatro y el Circo 



Toda gran ciudad romana debía contar con un teatro para las artes y un anfiteatro para las luchas y otros espectáculos. Y   Augusta Emerita no podía ser menos y para ello, en los primeros años de nuestra era, se construyeron ambos magníficos edificios, que se enriquecieron con mármoles, estatuas, mosaicos y pinturas.

El Teatro es hoy día el símbolo de Mérida y está declarado en si mismo Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y una de los 12 Tesoros de España. Su construcción fue promovida por el cónsul Marco Agripa hacia el año 15 a.d.C. y contaba con un aforo para 6.000 espectadores Además de su función cultural, tenía ciertos fines políticos, pues allí se representaban tragedias, comedias y mitos clásicos, y se recordaba el esplendor y la gloria de Roma y su Emperador. Hoy en día alberga cada año el magnífico Festival de Teatro Clásico desde 1933, que compagina con algunas obras representadas en el recientemente recuperado teatro romano de Medellín.




Teatro Romano de Mérida  ( Turismodemerida.com )

Pero el pueblo llano prefería los espectáculos más activos, que se servían en el Anfiteatro anexo al Teatro, con los gladiadores y las luchas con animales. Su construcción se remonta a finales del siglo I de nuestra era, con una capacidad para 14.000 espectadores. Se planificó junto a la del adyacente teatro , con el que conformaba la gran área pública de espectáculos de la capital de la Lusitania. Fue abandonado hacia la misma época que aquel.


Mérida. Vista aérea del Teatro y el Anfiteatro. Foto padelstars.es


El Circo, recinto construido como hipódromo para carreras de carros,  fue levantado a principios del siglo I d. C., pocas décadas después de la fundación de la urbe. Erigido extramuros de la ciudad y con una planta ovalada de unos 440 m de longitud por 115 m de ancho, este circo fue uno de los más importantes de todo el Imperio Romano después el Circo Máximo de Roma, con una capacidad para 30.000 espectadores. Y hasta hubo un conductor de carros que fue famoso en todo el Imperio, el lusitano Cayo Apuleyo Diocles que comenzó a entrenarse en este circo. 



Maqueta del Circo Romano de Mérida. Museo de Arte Romano. Foto redul.wikispaces.com


Pero tras la implantación del Cristianismo como religión oficial, en el año 313 con el Emperador Constantino I, todos estos espectáculos comenzaron a decaer o fueron directamente prohibidos, y los edificios fueron cayendo en el abandono. Quizás porque terminaron cubiertos de tierra, se salvaron del despojo total. Como era usual en la época, varios de sus materiales fueron utilizados para construcciones posteriores. 



El Museo de Arte Romano

 

Museo Nacional de Arte Romano. Foto Wikimedia Commons

Los restos romanos en Mérida dan para varios días, pero la visita clásica permite disfrutar del teatro y su hermano anexo el anfiteatro. Muy cerca de ambos está la maravilla del Museo de Arte Romano, que el arquitecto Rafael Moneo levantara en 1986 sobre un antiguo yacimiento ya excavado. Por fuera recuerda a un imponente edificio romano de ladrillo rojo. El interior, muy luminoso, está sostenido por altísimos arcos de medio punto. Para mí, su belleza es su gran altura, subrayada cerca del acceso a la gran sala, por una inmensa columna clásica, solitaria pero majestuosa. Todo en este museo evoca la grandeza de los edificios imperiales de Roma.


Museo Nacional de Arte Romano. Foto EGE


En los entrepisos laterales se expone una magnífica colección de esculturas, mosaicos, monedas, cerámicas y objetos de la vida cotidiana, que forman parte de las 36.000 piezas que conforman este tesoro arqueológico. Fue en 1910 cuando comenzaron definitivamente las excavaciones arqueológicas en Mérida. Todavía hoy siguen apareciendo piezas, pues cada nuevo inmueble del centro de la ciudad tiene una base romana. En algunos casos se han mantenido estos vestigios, conformando la planta baja de los nuevos edificios.


 Otros monumentos de época romana


Mérida debió de contar con muy buenos templos, pero solo se conserva uno, el Templo de Diana, no muy lejos de la Plaza de España. Con planta rectangular tiene un frente de seis columnas corintias y esta elevado sobre un pódium. Este edificio estuvo en tiempos unido al antiguo Palacio de los Corbos y eso le preservó de peor destino.


Templo de Diana. Foto Wikimedia Commons


Y cabe recordar otros monumentos imperiales, de no menor interés, como el Arco de Trajano, la Casa de Mitreo y el Puente Romano, que con sus 60 arcos y casi 800 ms de longitud es uno de los más largos puentes romanos conservados en el mundo . Sin olvidar el Acueducto de los Milagros y el Embalse de Proserpina que completan el conjunto de ingeniería hidráulica romana mejor conservado de España. 



Mérida, Capital de Extremadura


Poco creció Mérida desde finales del siglo XVI y cuando en 1833 se hizo la división territorial de España, la ciudad fue despreciada como capital provincial, en favor de Badajoz, y solo la llegada del ferrocarril en 1864 le hizo recuperar empuje económico, por la industria y un desarrollo demográfico importante. En 1975 celebró esta ciudad su Bi Milenario y con motivo de tal efeméride, se construyó un nuevo y moderno puente, diseñado por Santiago Calatrava, muy cercano al ya citado romano.

En primer término el Puente Romano. Al fondo el más moderno, de Calatrava. Foto ciudades-favoritas. blogspot


Hoy al verlos juntos, ambos puentes parecen recordar los dos mejores períodos históricos de Mérida. Primero, cuando fue nombrada Capital de la Hispania Ulterior o Lusitania, en el siglo I a. de C. y ya en época actual, desde 1983, cuando fue designada Capital autonómica de la Región Autónoma de Extremadura, lo que trajo consigo un mayor desarrollo, properida y modernidad. Pero, curiosamente, tanto entonces, especialmente durante el Bajo Imperio Romano, como en la actualidad, Mérida ha mantenido una población similar, algo más de 50.000 habitantes.

Mérida es una ciudad en pleno impulso, que guarda uno de los conjuntos arqueológicos más interesantes y completos de Europa. En una próxima ocasión me he prometido quedarme al menos dos días completos para realizar una visita más detenida.


Hotel Mérida Palace Blue City


Los asistentes al XXXVII Congreso Nacional de la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo FEPET, estuvimos alojados en el Hotel BlueCity Mérida Palace que cuenta con una ubicación privilegiada en plena Plaza de España. Además este hotel está situado entre dos edificios emblemático de esta ciudad : el Palacio de los Mendoza y el Palacio de los Pacheco, de los siglos XVI y XIX respectivamente


Hotel Mérida Palace. Patio neo mudejar.
 

Un gran patio interior de tres plantas recibe a los huéspedes y cuenta con elementos patrimoniales que recuerdan el esplendor del pasado medieval y romano de la ciudad. Sus arcos de medio punto, los elementos de forja y mármol, y sus mosaicos hacen de los espacios del Mérida Palace un encantador lujo para el turista.