viernes, 8 de mayo de 2015

Badajoz V. Llerena, Medellín y Gastronomía



Medellin. Vista panorámica. Foto espanafascinante.com

Proseguíamos nuestra intensa jornada de descubrimiento del sur de la provincia de Badajoz, tras la visita a Zafra, Burguillos del Cerro y Jerez de los Caballeros.

El prodigio del Cerdo Ibérico


Llegada la hora de comer, la idea era conocer las diferentes carnes del Cerdo Ibérico, la noble raza porcina orgullo de esta tierra. La degustación  se hizo en las afueras de  Higuera la Real, en una elegante finca de campo, en cuyo Mesón  El Quejigo,  nos mimaron debidamente.




Todo comenzó con una degustación y demostración de corte del Jamón Ibérico de producción local. Era un prodigio poder apreciar de cerca, el arte con el que el maestro cortador  iba separando en finas lonchas y con suma destreza el hermoso pernil.  El sabor, sencillamente sublime.


Higuera la Real. CICI Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico. Foto reinadecorazones.es


Aun nos acordábamos de la memorable degustación,  cuando tras el almuerzo, también en Higuera la Real,  llegamos al C.I.C.I., Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico. Curiosa  presentación didáctica, ubicada en la planta superior del Centro  Cultural Claustro de los Jesuitas. Con unos estupendos  murales y apoyo audiovisual, la visita fue toda una lección magistral sobre el origen,  la genética,  el habitat, la cría, la producción y el consumo de  ese "ser  milagroso", que es el cerdo ibérico,  parte esencial de nuestro  modo tradicional de vida y del ámbito natural de las Dehesas extremeñas. Recomendamos vivamente la visita  a este centro. 


Una Bodega en la Ruta del Vino Ribera del Guadiana

 



Y ya de regreso hacia Mérida,  hicimos una parada en las   Bodegas Martínez Payva,  situadas  en las afueras de Almendralejo. Fue el propio Presidente de la Bodega, Alejandro Martínez Payva, quien nos guió  en nuestra visita.

Bodegas Martínez Payva es una empresa familiar, con una larga tradición de más de cinco generaciones, cultivando la vid y elaborando vinos, y  es una de las bodegas con mayor solera y tradición en la Ruta del Vino Ribera del Guadiana.   Ofrecen propuestas  enoturísticas  de gran calidad,  organizando  experiencias como la  visita guiada combinada  con una degustación de vinos;  catas con maridaje,   celebraciones de eventos, etc..  


Bodega Martínez Payva. Foto rutadelvinoriberadelguadiana.com
 

La visita finalizó con una cata de la producción más reciente: un magnífico vino blanco Cayetana, fresco y afrutado, producido con la variedad local cayetana blanca,  y un excelente vino tinto Doña Francisquita,  intenso y aromático, elaborado con uva tempranillo.



Por los Santos de Maimona hasta Llerena


El sábado era la última jornada del Congreso de FEPET y la mañana se dedicó a un buen paseo por  Mérida, la Emérita Augusta de los romanos,  recorriendo especialmente  el Museo de Arte Romano, el Teatro y el Anfiteatro.  Como es una ciudad tan única y especial  le hemos dedicado  su propio reportaje aparte, en esta serie dedicada a Badajoz.   Ver http://turismoyrutas.blogspot.com.es/2015/05/badajoz-iii-merida-la-roma-de-hispania.html

Bajando hacia el sur de la provincia de Badajoz , nos esperaban en Los Santos de Maimona. Ya en la comarca de Tierra de Barros es un núcleo llano, próspero y desarrollado, de carácter eminentemente rural, en el que proliferan las bodegas y otras industrias y actividades relacionadas con la economía agraria,  que constituye la base principal de su economía .  Otro pueblo blanco e impoluto,  en cuyo restaurante “ Las Barandas “, nos aplicamos a un menú degustación  de la mejor clase y con original  presentación.


"Las Barandas". Un modelo de gastronomía extremeña


El establecimiento está regentado por Manuel Gil Felipe,  un Chef  de gran experiencia y reconocida categoría en Extremadura. La cocina ha sido siempre su pasión y Las Barandas es la materialización de su sueño: poder ofrecer a sus comensales las recetas que durante años ha cosechado en las cocinas de media Extremadura. Manuel se ha interesado siempre por la investigación y la divulgación de la gastronomía, y en este proyecto le acompañan su esposa y sus hijos , Manuel y Fernando  que son  herederos directos del saber hacer de su padre.



Restaurante "Las Barandas". El Chef Manuel Gil y su esposa. Foto EGE


En el menú, los entrantes,  lógicamente,  a base de jamón ibérico, dos  excelentes quesos extremeños, torta de la Serena- oveja- , y de cabra de Santa Marta, una ensaladita de perdiz escabechada y los espárragos coronados de huevo escalfado con salsa de boletus. El plato principal,  de carne,  consistió en un solomillo en salsa de pimentón de la Vera. Y de postre, un original helado de la Serena, elaborado a base de aceite de Monterrubio, torta de la Serena y turrón de Castuera. Los vinos fueron,  los blancos 'dulce Eva' y 'solo Eva' de Los Santos, y un tinto  crianza de la zona de Matanegra. Todo con un servicio impecable. Al final hubo calurosos y merecidos aplausos para el chef y todo el equipo de cocineros y personal de sala que sirvieron el almuerzo. ¡Una autentica delicia ¡.



En Llerena, el Congreso de FEPET


Hospedería  Mirador de Llerena. Foto booking.com

Hacia media tarde llegamos a  Llerena. El alojamiento fue en la Hospedería “Mirador de Llerena”, un hotel con encanto instalado en una antigua Casona señorial. El hotel pertenece a la cadena hotelera Hospederías de Extremadura, gestionada por el gobierno extremeño.

La sesión del Congreso comenzó a las 7 en punto,  con unas palabras de bienvenida del Presidente de FEPET, Mariano Palacín, con un agradecimiento muy especial a la Diputación de Badajoz, patrocinadora y  organizadora  de este Congreso. Y muy especialmente a su Presidente, Valentín Cortés, que es también el Alcalde de Llerena. Asimismo el reconocimiento  a nuestro compañero en FEPET, Juan Pedro Plaza Caravantes, Gerente del Patronato de Turismo de Badajoz y alma de este Congreso.



Llerena. Congreso FEPET. Mesa Presidencial. Foto EGE


Francisco Rivero, Presidente de APETEX, nos dio un lección magistral sobre el “ Turismo en Extremadura “,  señalando todos y cada uno de los principales  atractivos turísticos, tanto naturales como monumentales; sin olvidar los gastronómicos y artesanales.

Un interesante debate puso fin a esta corta pero intensa sesión de trabajo , tras la cual hubo entrega de regalos entre la mesa presidencial. Antes de la Cena de Gala, Llerena merecía un paseo por sus monumentos iluminados.



Una visita nocturna a Llerena


Llerena es un blanca villa, con título de ciudad otorgado por el rey Felipe IV,   con una población de  unos 6.000 habitantes,   que siempre ha tenido mucha relación, por proximidad,  con Andalucía.

Situada a  mediana altura ( 640 ms),  sobre un costado de la Sierra de San  Miguel, fue en origen un emplazamiento romano , ocupado después por los musulmanes y amurallado, tras la Reconquista,  por la Orden de Santiago  en el siglo XIV. Su importancia se debe a haber sido residencia de los Maestres de la citada Orden y a su papel institucional como  sede del Tribunal  del Santo Oficio de la Inquisición,  desde donde dominaba 527 ciudades, villas y aldeas. 


Llerena. Iglesia de Nuestra Señora de la Granada. Foto EGE


Su estructura urbana tiene dos fases de ocupación: el núcleo originario de los siglos XIII y XIV y la expansión post medieval  de los siglo XV y XVI. Las murallas fueron edificadas al terminar la reconquista  y casi desaparecieron en el XIX  con la expansión de la ciudad.  Por otra parte en la Guerra de la Independencia , Llerena sufrió grandes destrozos y el expolio de muchas obras  de arte. Las dos  Desamortizaciones del siglo XIX  quitaron al municipio sus dehesas y la ciudad perdió seis conventos, quedando solo el de Santa Clara.  Aun así esta ciudad ofrece un legado artístico único y un patrimonio, herencia de la diversas culturas,  que la llevó a ser conocida como “la pequeña Atenas de Extremadura". Fue declarada como Conjunto Histórico Artístico el 29 de diciembre de 1966.  Su lema la define: “una Ciudad para vivirla”.


Llerena. Patio mudejar del Palacio Episcopal. Foto artistras.blogspot.com


La Plaza Mayor iluminada era una visión fantástica, porque los arcos encalados de la iglesia le daban un cierto  aspecto irreal. Esta gran plaza de unos 7.000 metros cuadrados es el auténtico centro urbano y tiene curiosas edificaciones enlazadas por dos detalles arquitectónicos que aglutinan sus edificios: los Soportales y los dos pisos de Galerías  sobre ellos. Vemos el Ayuntamiento que, aunque sencillo, tiene un bello patio interior. A su lado el Portal de Morales con arcos mudéjares en alfiz, donde vivió el gran pintor  Francisco de Zurbarán durante quince años, antes de trasladarse a Sevilla. Junto al portal esta la Fuente  de 1634 que fue diseñada por él.



Llerena. Monumento a Zurbarán. Foto extramadurapueblos.com


Todo un lado de la plaza está dominado por la iglesia de Nª Sª de la Granada y desde sus arcos exteriores se contemplaban las corridas de toros, los festejos populares y hasta los Autos de Fe.  También servía para el Mercado semanal. Cierra esta plaza la Casineta,  que ha sido desde panadería hasta cárcel. Durante este paseo nocturno, conocimos el Palacio Prioral / Episcopal,  con un precioso patio mudéjar y ahora convertido en Centro de Artesanía y Exposiciones; el Palacio Zapata, actuales Juzgados y antaño sede de la Inquisición; y la antigua iglesia de la Merced, iglesia de los Jesuitas, luego de los Mercedarios y ahora Casa de Cultura de la ciudad donde el  antiguo templo acoge una excelente Biblioteca. 


Llerena. Iglesia de la Merced. Biblioteca Municipal. Foto EGE
 

Llegados a ese punto, la noche y el fresco iban en aumento, y nos apresuramos a regresar al  Palacio de Doña Mariana. Esta Hospedería  es una bella casona  del siglo XIX con un bonito patio interior de columnas en hierro forjado. Allí se sirvió la Cena de Gala y de despedida. Con el buen recuerdo del paseo nocturno, nos retiramos pronto a descansar,  ya que al día siguiente salíamos de regreso a casa. Pero… aún había sorpresas.




MEDELLIN, una grata sorpresa.


A la sombra de su hermano mayor, el gran teatro de Mérida, el pequeño teatro romano de Medellín fue una agradable sorpresa en nuestra ruta de regreso. Esta pequeña ciudad, a medio camino entre Mérida y  Don Benito,  situada también a orillas del Guadiana, fue uno de los primeros municipios romanos de la península; su puente de aquella época y su teatro así lo atestiguan.  


Medellín. Teatro Romano y Castillo Medieval. Foto medellinhistoria.com
 

Fundada en el 78 a de C. por el cónsul Cecilio Metelo que le dio su nombre – Metellinum –, se aprovechó el desnivel del cerro junto al río, para instalar el teatro. El nacimiento y desarrollo de Mérida – Emerita Augusta – marcó su decadencia. Hubo un posterior saqueo por los visigodos y sus restos los aprovecharon los musulmanes que levantaron un gran castillo en la cima del alcor. Fue Fernando III el Santo quien conquistó Medellín en 1234 y cristianizó todo el pueblo, creando una iglesia dentro del castillo y algunas más en el núcleo urbano, junto con algunos conventos.

Con el paso del ejército napoleónico, Medellín sufrió grandes destrozos, pues  allí tuvo lugar una batalla el 29 de Marzo de 1809, que ganaron los franceses. La Guerra Civil  de 1936-39 fue otra etapa difícil para la ciudad. Hoy es un centro agrícola importante de las Vegas Altas del Guadiana.

Sus tres tesoros son el Castillo del siglo XIV, que se puede visitar,  aunque tras largo ascenso;  el Puente Romano sobre el Guadiana y el Teatro Romano del siglo I,  que se utiliza como complemento al de Mérida en los festivales anuales de Teatro Clásico. 


Hernán Cortes. Hijo ilustre de Medellín. Foto biografiasyvidas.com
 

El hijo más famoso de Medellín es Hernán Cortés, descubridor y conquistador de México,  que fue bautizado en San Martín y cuya estatua preside la Plaza Mayor. Nos  acompañan las abundantes cigüeñas que pueblan torres, almenas y hasta los postes de luz.


Despedida en Don Benito

 

La comida final, de despedida,  se sirvió en el Restaurante “ Taberna Sebastián”, de Don Benito, un establecimiento decorado en estilo rústico, ubicado en un polígono industrial, en el que la comida resultó muy recomendable.

Así terminaban tres días memorables, de descubrimiento y disfrute de las villas blancas del sur de Badajoz, con un historia casi común, un extraordinario patrimonio de gran valor y una gastronomía memorable. No es solamente el jamón ibérico o el vino excepcional, sino muchas más cosas las  que hay que degustar. ¡Prometemos volver ¡.

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